La inversión mundial en energía eólica marina crecerá un 17% anual y aumentará a 11.000 millones de euros en 2028

Redacción.- El mercado mundial de operación y mantenimiento (O&M) de energía eólica marina crezca un 17% anual, hasta los 11.000 millones de euros para 2028, según una nueva investigación de Wood Mackenzie Power and Renewables. Europa será seguramente quién haga una mayor apuesta con 6.700 millones de euros, mientras que la región de Asia Pacífico mantiene el ritmo en cuanto a la inversión en el mercado.

Los parques eólicos marinos en funcionamiento en Europa son relativamente jóvenes: el 80% de la capacidad instalada permanecerá en la primera mitad de su vida útil de diseño para 2028. Los proyectos sin subsidios se ven comúnmente en mercados maduros, pero se espera que haya más de 27 GW de capacidad se queden sin subsidios en la década de 2030. Dicho esto, la optimización del mantenimiento está jugando un papel clave en la maximización de los ingresos, especialmente para proyectos expuestos a riesgos de mercado.

Shimeng Yang , analista principal de eólica marina de Wood Mackenzie, espera que “los gastos operativos, el OPEX promedio, disminuya en Europa en un 57% entre 2019 y 2028, impulsados principalmente por las mayores prestaciones de las turbinas, una mejor fiabilidad de éstas y economías de escala en servicio ( debido a proyectos de mayor escala), nuevas prácticas de servicio y oportunidades de agrupación «.

Los costes de operación y mantenimiento de las turbinas constituyen la mayor parte del gasto de OPEX en eólica marina. Suponen alrededor del 60% de los costes de OPEX. La incertidumbre, causada por fallos de componentes clave, está empujando los costes hacia arriba. Como tal, se enfatiza mucho un enfoque proactivo para reemplazar componentes clave para reducir el tiempo de inactividad de la turbina y las pérdidas de ingresos asociada.

La erosión y la reparación de las palas son la gran preocupación en el espacio marino, causando un tiempo de inactividad acumulado estimado de 5.000 días en todo el mundo y dando como resultado costes de reparación directos y pérdida de ingresos por 61 millones de euros. Daniel Liu, analista principal, señaló que “tanto el diseño de la turbina como las duras condiciones de operación son responsables de la erosión. Los modelos más nuevos tienen rotores más grandes para una mayor producción de energía mientras giran a velocidades más altas».

En términos de Balance de Planta (BOP), los fallos de los cables submarinos representan los mayores riesgos para el desarrollo y la operación del proyecto a pesar de la vida útil de diseño de los cables durante 25 años. Los defectos de la cimentación también pueden ser costosos, pero es poco probable que tengan un impacto inmediato en las operaciones.

La demanda de navíos más avanzados para la instalación de los principales reemplazos de componentes está creciendo ya que los buques más antiguos no cumplen con las especificaciones para instalar unidades de turbina más grandes. Al respecto, Søren Lassen, analista senior de energía eólica marina con Wood Mackenzie, indicó que «esta tendencia se ha visto impulsada por un exceso de oferta de buques de instalación en el mercado, que se intensificará a mediados de la década de 2020, cuando la próxima generación de turbinas llegue».

Casi todas las turbinas eólicas marinas utilizan sistemas de monitoreo de condiciones (CMS), aunque su uso difiere según los fabricantes de turbinas, como Siemens Gamesa y MHI Vestas. Los acelerómetros de torre y los sensores de vibración son dos de los sistemas más desarrollados técnica y comercialmente. El informe de Wood Mackenzie recomienda que los operadores analicen la viabilidad de los parques eólicos marinos según sus características (expectativas de producción, logística, condiciones oceánicas, costes de operación). Asimismo, los buques han dominado los proyectos logísticos eólicos marinos. Sin embargo, los operadores están comenzando a reconocer que los helicópteros son altamente complementarios a los buques y los están desplegando cada vez más.