Transición energética, cogeneración y eficiencia en el XIII Congreso de Cogen España

El XIII Congreso de Cogen España uncía este martes la posición del sector de la cogeneración, con lógica y razonabilidad, al proceso de la transición energética a través de la eficiencia energética. Su lema recogía el horizonte 2020 (y más allá). Hay que puntualizar que actualmente el proceso de transición energética en España es poco más que una sucesión de elementos discursivos y prédicas pendientes aún de concretar.

Así, en términos sustantivos, a día de hoy, lo que existe es un esbozo de expresión legislativa de los trabajos preliminares que conduzcan a la elaboración de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y la puesta en funcionamiento de la Comisión recién creada a tal efecto. En paralelo, están los trabajos e iniciativas propias de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo, que son vistos de reojo según qué países, entre ellos España.

Este proceso de transición energética abierto en lo formal, las subastas que se produjeron en el ámbito de la nueva potencia renovable, el final de la etapa más aguda de la reforma eléctrica, la incipiente recuperación económica y el cambio de equipo en virtud de la nueva configuración del departamento ministerial de Energía aparecido tras la remodelación del Gobierno ha supuesto una cierta suavización, en las formas, de las relaciones con la Administración con los sectores. Son hechos que han insuflado unas ciertas y moderadas expectativas en las distintas tecnologías de generación, principalmente las renovables y las más involucradas en la mejora de la eficiencia energética. Y ese ambiente se reflejaba este martes en el Congreso de la industria cogeneradora.

El Congreso ha reivindicado la eficiencia como vector a reforzar en la transición energética. En este sentido, la cogeneración, cómo mecanismo de generación de energía asociado  a otras actividades económicas  y productivas es una tecnología que es clave y, es evidente, debe participar en ese proceso de transición energética. La cogeneración ha sido descuidada en los últimos años por las distintas Administraciones hasta llegar al momento en el que estamos, aplazándose decisiones regulatorias fruto de una política energética caracterizada por el control acuciante de los precios eléctricos, con diferente fortuna.

Distintos elementos han causado esta cierta dejación de las políticas para ganar eficiencia energética y, en este caso, de la tecnología de cogeneración. En primer lugar, su propio desconocimiento y el silencio político y mediático alrededor de esta actividad, la falta de vistosidad de estos procesos de generación asociada a otros procesos productivos principales y el mantra retroprogresivo respecto al papel de las empresas, además de la cultura inversionista frente a las de optimización de la gestión de los recursos.

Lo que sí queda pendiente es el tiempo de las concreciones: el de la necesidad de mayor seguridad jurídica en el sector, que fue reclamada por la representante de Ciudadanos; la formulación que se realizaba de subastas de capacidad por tecnología que pedía el PSOE y que obligaría a un ejercicio de mayor concreción por parte del Ejecutivo del mix de generación y sus plazos;  la plasmación de las condiciones e impulso al plan Renove que parecía apuntarse desde el PP. Lo positivo es que hay consenso por parte de los grupos políticos respecto a la importancia de la eficiencia energética y de la cogeneración.