El gas para la movilidad: un debate en los tiempos de Crimea

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No parecía que hubiera profundas discrepancias entre las fuerzas políticas a raíz de la iniciativa presentada por el PP; lo cierto es que, finalmente, el acuerdo no fue posible por lo que la iniciativa sometida a votación ha sido la presentada originalmente por el grupo mayoritario con un añadido propuesto por CiU para tener en cuenta a las administraciones territoriales.
Así, la iniciativa logró finalmente el respaldo del PP, CiU, PNV, Foro Asturias (FAC), Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria(CC). El diputado del Partido Popular, Miquel Ramis, explicó que su iniciativa busca que el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) prepare un informe sobre las posibilidades técnicas y la viabilidad económica de la aplicación de la automoción con gas natural y autogas (GLP), a partir del cual preparar un Plan Nacional sobre la Automoción que permita «diversificar el mix energético nacional, aumentar la competitividad de la economía y avanzar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero».
El diputado Miquel Ramis destacó además que con este Plan se podría reducir la dependencia energética de España, cuyo mix está basado en un 77% en las energías fósiles, el 75% de las cuales son importadas, fundamentalmente petróleo, gas y carbón. Y recordó que también la Unión Europea trabaja en esta línea de apoyo y promoción de los combustibles alternativos.
No obstante, Ramis subrayó que cualquier plan debe garantizar que la energía que se obtenga cumpla tres requisitos «inexcusables»: que sea suficiente para la industria y los hogares, segura en el suministro «para no correr riesgos innecesarios» y competitiva en su precio, «el mejor posible». Además, las líneas de trabajo prioritarias deberían ser la mejora del marco regulatorio (fiscalidad y plan PIVE para este tipo de vehículos), el desarrollo de puntos de suministro (que cada vez cuenta con mayor iniciativa privada), la ampliación de la oferta de vehículos y una mayor promoción de esta opción de transporte «ya que cuenta con reticencias de los usuarios».
«Les hablo desde el sentido común, desde una aproximación llana y sencilla: no se trata de contraponer distintas fuentes energéticas, sino más bien de todo lo contrario, de que todas las fuentes sean perfectamente complementarias«, concluyó el diputado balear que expresó «su deseo conjugar lo deseable, energías alternativas de emisiones, con lo posible, el gas natural con las mínimas emisiones».
Inmaculada Riera, de CiU, indicó que su grupo compartía la propuesta del PP, que «abre la puerta a una alternativa ecológicamente responsable y económicamente sostenible» que permitiría «reducir la dependencia energética que tanto lastra a España y apostar por el ahorro y la eficiencia». No obstante, Riera reivindicó que en cualquier plan estratégico para aprovechar el gas como combustible de automoción debería contarse con las aportaciones tanto de los agentes del sector ya interesados como de las administraciones competentes en materia de Industria, propuesta que materializó a través de una enmienda que fue integrada en la iniciativa por el PP.
Alternativa en mar y carretera
Por su parte, el portavoz socialista de Energía, José Segura, recordó que ya existe un Plan Nacional del Gas, por lo que el PSOE presentó una enmienda para «mejorar» la iniciativa para impulsar el gas como combustible alternativa y que se incluya no sólo a la movilidad terrestre, sino también a la marítima o la ferroviaria, y que se acompañe de «una estrategia integral inteligente que tenga en cuenta experiencias positivas» que ya existen en el país ya que, según indicó Segura, «desde el año 2002 España viene experimentando un crecimiento del 28% anual en el número de vehículos que consumen gas natural, especialmente en el sector de los vehículos pesados», refiriéndose a autobuses y vehículos de recogida de residuos.
En este sentido, José Segura aseguró que el uso del gas natural en el transporte por carretera es una «alternativa tecnológica real al gasoil» que podría conllevar «importantes beneficios económicos y medioambientales» al reducir la dependencia de los derivados del petróleo y las emisiones del sector. Pero el diputado canario reclamó una visión más ambiciosa para este Plan Nacional sobre la Automoción con Gas ya que ofrece unos horizontes «espectaculares«.
Por ello, Segura aludió al convenio MARPOL, que regula la contaminación en el mar y define las zonas marítimas ECA, y el interés de la Unión Europea hacia un combustible para el transporte «más limpio»: planteamientos que inciden en el uso del gas natural licuado (GNL) como sustitución de los combustibles marítimos tradicionales, «de baja calidad», por lo que el portavoz socialista de Energía hizo un llamamiento para aprovechar las infraestructuras gasistas que podrían tener los puertos españoles como puerta del Mediterráneo y de Europa.
Chesús Yuste, de la Izquierda Plural, avisó al PP de que su grupo no apoyaría la iniciativa si su único interés es «seguir estirando los hidrocarburos, los combustibles fósiles, independientemente de cómo», y criticó que «se dé luz verde a prospecciones petrolíferas, se ponga alfombra roja a los promotores del fracking y ahora haya barra libre a los vehículos del gas natural». También denunció la utilización del IDAE, «del que recortan su presupuesto, y ahora distraen de su labor, la promoción del ahorro energético y el apoyo a las renovables».
«Somos conscientes de la dependencia exterior de España en materia de petróleo, pero una cosa muy distinta es vendernos que la alternativa serán los vehículos con gas natural. Por ahí no pasamos. Los vehículos con gas emiten un 25% menos de CO2, pero no por ello se les puede poner la etiqueta de vehículo ecológico. Además, el gas también hay que importarlo«, incidió. Por eso, Yuste recomendó al Ejecutivo que, «si de verdad quiere reducir las emisiones, invierta en vehículos que no contaminen» como los eléctricos o los de hidrógeno.
El portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, avanzó que su grupo se abstendría porque consideraba «difícil de justificar» presentar una iniciativa para que el Congreso pida al Gobierno que se elabore un informe que el Gobierno puede encargar «cuando le dé la real gana» y además considera «innecesario, puesto que ya se sabe lo que va a decir el informe», en referencia a lo recogido por la propuesta del PP. Además, Gorriarán apuntó que el gas también se importa, «por lo que no dará mayor independencia energética a España«.
En referencia a esa apuesta por un mayor autonomía nacional en lo que respecta a recursos energéticos, Gorriarán criticó que el PP se niegue a regular mejor el fracking: «nos llama poderosamente la atención que el PP se haya opuesto todas las veces que se ha propuesto regular como es debido técnicas como el fracking, que podrían hacer de España un país que produzca más gas. Una de dos: o se está pensando en aumentar las importaciones u obtener más gas con fracking pero sin regulación adecuada, que nos parece garrafal; o se trata de beneficiar a determinadas empresas casi monopolísticas en la práctica, como Gas Natural y Enagás, donde el PP está magníficamente representado».