El sistema que determina la retribución de la distribución no fue testado por las empresas

Como en otras ocasiones y temas que preocupan al sector energético, Energía Diario se hace eco de la preocupación general en el sector por la retribución de la distribución que se incluye en las próximas tarifas, y que al parecer es resultante de la aplicación del Modelo de Red de Referencia elaborado por la Comisión Nacional de Energía (CNE). Este tema se puso de manifiesto con especial crudeza, tal y como informamos el pasado martes, en el Consejo Consultivo de la Electricidad, convocado a cuenta de las tarifas. Y, como en otros temas, parece que se impone llegar hasta el fondo de la cuestión, pese a que ha sido subsumido dentro de las tarifas, evidenciándose en el último momento sus efectos.
En este sentido, han existido numerosas llamadas a Energía Diario para ampliar y completar el contenido de la información publicada respecto del debate en la CNE sobre la fuerte polémica, irrogándose, en primer lugar, los representantes de las empresas y, como afectadas en último término, las Comunidades Autónomas. De hecho, el Modelo cuestiona las decisiones de las propias administraciones autonómicas dado que si las inversiones no se ajustan al trazado y ubicación teórica que diseñaron los técnicos de la CNE junto con sus autores, se consideran ineficientes.
En este sentido, y a partir de la información aparecida en nuestro medio, entre otras empresas y organismos representados, la Generalitat Valenciana se puso en contacto con esta publicación para aclarar la presencia de su representante, el Director General de Energía Antonio Cejalvo en la sesión, al contrario de lo recogido por Energía Diario.
Por otra parte, otros representantes que estuvieron en el Consejo Consultivo hicieron referencia a la intervención final de la Presidenta del organismo, Maite Costa en defensa del Modelo de Red de Referencia, elaborado desde la Dirección Eléctrica, con asesoramiento externo, sobre todo en respuesta a las críticas de que el Modelo no había sido contrastado con la realidad y con las empresas.
En este sentido, la propia presidenta del organismo reconoció que el sistema sólo fue comprobado por EDP Hidrocantábrico, distribuidora que sólo opera en Cantabria, Asturias y dos puntos localizados de Valencia y Elche. Al parecer, también habían requerido la comprobación del modelo empresas como Iberdrola (no habiéndose realizado) y Gas Natural-Unión Fenosa, con la que esta comprobación tampoco se habría realizado (lo que ha provocado además, según fuentes solventes una agria polémica entre este organismo regulador y esta empresa, que pone en muy difícil lugar a su Presidenta, Maite Costa).
En todo caso, parece que el problema es triple: primero, la contrastación del modelo con las empresas (el número de distribuidoras y su distribución geográfica, valga la redundancia, es escaso). Segundo, su utilización como determinador de la retribución y no como elemento de contraste, que sería lo lógico. Y, tercero, su desvinculación del modelo regulatorio de la distribución que confiere un papel clave a las Comunidades Autónomas, en la medida que autorizan los planes plurianuales para las compañías distribuidoras.
Por otra parte, las consecuencias de este «caballo de Troya», de este bajonazo, ya incorporado en las tarifas eléctricas para el próximo trimestre, no se hace esperar: cuestionamiento de las inversiones de las empresas en distribución y efecto sobre la calidad del servicio y suministro a los ciudadanos. De traca.