La falta de previsión y cooperación amenazan con una crisis energética a los países latinoamericanos

«Creo que hay una crisis eléctrica porque en varios de los países no ha habido una inversión en las últimas décadas. Esta falta de inversión se está sufriendo», aseveró el vicepresidente de Energía de Siemens para la región andina, Mario Jaramillo.
Para Luis Fernando Alarcón, gerente general de ISA, la empresa de distribución de energía más importante de Colombia, si bien todavía la región no está inmersa en una crisis considera evidente la falta de previsión política.
«No creo que haya una crisis generalizada y si uno mira los distintos sistemas hay diferencias importantes asociadas por lo general a las políticas a largo plazo», aseguró Alarcón.
Consideró, por ejemplo, que en caso de Brasil «no se puede decir que haya una crisis», pese al gran apagón del pasado 10 de noviembre. «Lo mismo se puede decir de sistemas como el peruano o el chileno», agregó.
De la misma opinión es el editor para América de la revista The Economist, Michael Reid, quien cree que por ahora solo algunos países de la región sufren una crisis energética.
Para Reid, apagones como el de Brasil no responden a fallos estructurales del sistema, pero reconoce que «hay crisis eléctrica en Venezuela porque han manejado mal el sector, lo mismo que en Ecuador».
A esta falta de previsión de los sistemas eléctricos para generar recursos se unen las medidas unilaterales por parte de algunos gobiernos para solucionar sus propios problemas en lugar de buscar alternativas y fortalecer las interconexiones regionales. Así, la falta de cooperación regional supone un agravante.
Alarcón opina que existe «un potencial enorme que no se está aprovechando suficiente, entre otras cosas por problemas de comprensión política, aunque cada vez hay conciencia entre los gobiernos de la región de la importancia de los sistemas integrados y las interconexiones».
Países como Colombia, que también pasan por situaciones de carencia eléctrica, están exportando energía a naciones vecinas como Ecuador o Venezuela, y creando interconexiones con otros como Panamá, ya que, como indica Jaramillo, en Colombia «sí que ha habido una inversión, una estructura importante sólida».
En este sentido, Reid afirmó que la crisis de Venezuela y Ecuador «da una oportunidad a Colombia. Más allá de obstáculos políticos de corto plazo, si se tiene un sector eléctrico capaz de producir excedentes se puede pensar en la exportación».
Así lo expresó también el ministro de Minas y Energía colombiano, Hernán Martínez, quien explicó durante la Feria Internacional del Sector Eléctrico de Medellín que se dispone «de un margen de la producción para la exportación de electricidad atendiendo los mercados de países vecinos».
En ese sentido coincidió Jaramillo, quien también ve claras las oportunidades de Colombia, aunque llamó la atención sobre las complicadas relaciones políticas de Colombia con sus vecinos. «No podemos abstraernos de la dinámica política (…). Hay barreras que por lo pronto se ven bien difíciles de vencer», advirtió el experto.
Pese a los problemas diplomáticos, el presidente Álvaro Uribe reiteró que no ha suspendido el envío de gas a Venezuela, ni el de energía a ese país y a Ecuador.
Colombia ha exportado a Ecuador 153 gigavatios hora de energía eléctrica en septiembre, 53 en octubre y 15,2 en los primeros diez días de noviembre.
En cuanto al gas, Colombia produce al día 1.100 millones de pies cúbicos y exporta a Venezuela 250 millones, a pesar de las medidas de restricción que Chávez ha impuesto a la exportaciones.