Los malos datos de empleo en EEUU llevan el pesimismo a los mercados del crudo

El crudo acabó a la baja el viernes, con el Texas en Nueva York por debajo de los 70 dólares, debido al ambiente de mayor inquietud por la evolución de la demanda de crudo en Estados Unidos, el mayor consumidor de energía del planeta, a la vista del deterioro del empleo.
Los datos que difundió el viernes el Departamento de Trabajo evidenciaron que el mercado laboral en la primera economía del planeta se deterioró más de lo que se preveía y la tasa de desempleo subió una décima desde agosto, al 9,8%, el nivel más alto desde 1983.
Los malos datos del desempleo empujaron a la baja la cotización del dólar ante otras divisas, lo que ayudó a que el precio del crudo no bajase más porque un «billete verde» débil atrae las inversiones en materias primas.
Esta situación pone una vez más de relieve que los mercados reaccionan de forma acusada a todos los datos económicos, en este caso negativo, aguando las sensaciones de una mejoría de la economía mundial que pudiera tener un efecto positivo en la demanda.
Esto es «un signo de hasta qué punto el mercado está basado en la esperanza, más que en un análisis sólido de los hechos», explicaron los analistas de la consultora de energía JBC.
A pesar de perder 87 centavos y cerrar el viernes a 69,95 dólares, en el conjunto de la semana el crudo de Texas, referente en EE.UU., subió 3,93 dólares o un 5,95 por ciento.
También subió más de un cinco por ciento el precio del crudo de la OPEP, al cerrar la semana a 67,70 dólares después de ganar en su conjunto 3,63 dólares.
Tras caer a menos de 35 dólares en diciembre, desde los casi 150 dólares que alcanzó en julio de 2008, los precios del petróleo se han recuperado en los últimos meses hasta unos 70 dólares, un nivel que los socios de la OPEP consideran, de momento, satisfactorio dada la crisis internacional.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el petróleo se cotice a 60 dólares por barril este año de media y a algo más de 75 dólares en 2010.
La semana ha estado marcada por noticias contradictorias, con algunas apoyando el precio del crudo, como el sorpresivo descenso de las reservas de gasolina en EE,UU., que cayeron en 1,6 millones de barriles, y que parecían apuntalar la sensación de un tirón de la demanda.
Pero el FMI, aunque considera que la recesión está en su fin, alertó que la ansiada recuperación económica llegaría con mucha lentitud.
«La economía ha pasado el punto de inflexión», dijo Strauss-Kahn, director gerente del FMI. Aunque «eso no significa que la crisis haya terminado», aclaró el jefe del FMI, puesto que se trata de un repunte «frágil».
Strauss-Kahn afirmó que la recuperación económica podría atrancarse «si la demanda privada en los países ricos es demasiado débil para convertirse en el motor principal del crecimiento».
Según el FMI, el desempleo seguirá subiendo el próximo año en los países avanzados, donde la crisis ha dejado ya sin trabajo a 15 millones de personas, un nivel inédito desde la II Guerra Mundial, lo que pasará factura a la demanda de crudo.
En Estados Unidos el desempleo superará el 10 por ciento el próximo año y en la zona euro se acercará al 12 por ciento, aunque en el país con la situación más grave, España, el desempleo rebasará el 20 por ciento, según los pronósticos del FMI.
Entre los aspectos positivos, destaca la vuelta a la mesa de las negociaciones de Irán y las grandes potencias para tratar el programa nuclear de la República Islámica.
Después de un parón de más de un año en las negociaciones, el encuentro de Ginebra del pasado jueves fue calificado por todos los participantes de «constructivo», lo que alivio a lo mercados debido a que Irán es el cuarto mayor exportador de crudo del planeta, y se temía que las diferencias pudieran agudizarse.