La bajada del crudo perdura ante una recuperación económica lejana

A final de la semana, el crudo marcó unos precios entre un 3 y un 5 por ciento por debajo de las cotizaciones de hace siete días.
La semana no comenzó sin embargo mal para los mercados petroleros. Las sesiones del lunes en las Bolsas de Londres y Nueva York vieron como las cotizaciones del «oro negro» repuntaron un 3 por ciento.
Los continuados ataques a instalaciones petroleras en Nigeria, la mejora de la confianza de los consumidores de la Eurozona y los buenos datos de producción industrial de Japón, que subió en mayo el 5,9 por ciento respecto a abril, fueron elementos que empujaron las cotizaciones al alza.
Sin embargo, ese buen comienzo de semana no tuvo su continuación en los días siguientes.
El martes, los datos de junio sobre la caída de la confianza de los consumidores estadounidenses en la economía rompió la tendencia positiva de los dos meses anteriores.
El índice de confianza elaborado por la entidad privada The Conference Board señaló que ese indicador bajó en junio a 49,3 puntos, desde los 54,8 de mayo, mientras que los economistas esperaban que subiera a 55 puntos.
En general, el temor a que la recesión económica en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de energía, reduzca la demanda de crudo y carburantes es una de las principales causas de que la cotización internacional del petróleo sea ahora menos de la mitad que la de hace un año.
Pese a los descensos del precio el martes, los crudos de tipo Brent y Texas terminaron el primer semestre en una posición mucho mejor que cuando comenzó 2009.
Así, por ejemplo, el Texas de referencia en Estados Unidos, cerró ese día a 69,30 dólares por barril, 25,29 dólares por encima del precio que tenía cuando comenzó el año.
Pese a esta apreciación de más del 50 por ciento en el primer semestre de 2009, el crudo aún está muy lejos del máximo histórico que alcanzó hace casi un año, cuando el 11 de julio de 2008 llegó a cambiarse a 147,27 dólares por barril.
Sin embargo, las cotizaciones del crudo siguieron perdiendo enteros, y el jueves sufrieron un nuevo desplome tras hacerse público que en EEUU se perdieron en junio 467.000 puestos de trabajo, lo que subió el índice de desempleo al 9,5 por ciento, el más alto en más de un cuarto de siglo.
La última vez que Estados Unidos tuvo un porcentaje de paro tan alto fue en agosto de 1983.
Esos datos negativos sorprendieron a los mercados y empujaron a la baja el precio del crudo, ante la constatación de que la recesión está aún lejos de superarse.
Quienes han perdido su empleo suelen utilizar menos sus automóviles e intentan reducir sus gastos lo que afecta a la demanda de muchos productos relacionados con el crudo.
Así las cosas, la semana terminó como el Brent de referencia en Europa a 65,43 dólares por barril, un 5 por ciento, ó 3,49 dólares, por debajo del precio que marcó el pasado jueves en Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres.
Por su parte, el barril de Texas WTI cotizó el jueves, último día laborable, a 66,73 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), una cotización que supone un descenso del 3,5 por ciento respecto al cierre del viernes anterior.
Por su parte, el precio de la llamada «cesta OPEP», un promedio de doce crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, perdió un 3 por ciento entre el lunes y el jueves, último día del que se hizo público, hasta cotizar a 67,04 dólares por barril.