El crudo sigue por debajo de los 40 dólares en pleno invierno boreal

El reguero de datos económicos negativos que deja a su paso la crisis mantuvo esta semana el precio del crudo por debajo de los 40 dólares en pleno invierno boreal, tradicionalmente la temporada de mayor consumo mundial de petróleo
Para los analistas de la consultora JBC, ese repunte, al dispararse el consumo de combustible para calefacción, ha estado «llamativamente ausente» dadas las tormentosas circunstancias económicas de los últimos meses.
En menos de medio año el valor del petróleo ha caído a los niveles en los que cotizaba en 2004, una depreciación de más del 70 por ciento -desde los más de 147 dólares del pasado julio-, en una fecha en la que tradicionalmente se producía un pico de consumo debido al invierno boreal.
El viernes, sin embargo, se cortó una racha de cierres a la baja que en Nueva York se había prolongado por nueve jornadas, debido al compromiso de Emiratos Árabes de aplicar sus cuotas de producción, pactadas en la última reunión de la OPEP, y en la que se sancionó un recorte de 2,2 millones de barriles diarios para todo el grupo. Numerosas voces habían puesto en duda que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sea capaz de aplicar esos recortes debido a la indisciplina de sus miembros.
Para la gran mayoría de los países del cartel que controla el 40 por ciento de las exportaciones mundiales, el crudo es la mayor fuente de ingresos en su presupuesto estatal, por lo que sería muy doloroso ajustarse el cinturón y decidir vender menos crudo cuando los precios están bajos.
Así, el barril de crudo tipo Texas terminó la semana a 37,71 dólares, tras subir 2,36 dólares con respecto a la sesión anterior. De esta forma se recuperó parte del terreno perdido en las últimas sesiones y de forma particular el miércoles, cuando cayó un 9,3 por ciento. El barril de Brent acabó en Londres a 38,37 dólares, tras repuntar 1,76 dólares.
La recesión o el crecimiento cero en los países desarrollados y la ralentización económica en los países en desarrollo han presionado a la baja los precios, con numerosos datos que reafirman que el valor del crudo seguirá bajo en los próximos meses.
En EEUU el número de trabajadores que solicitaron la ayuda por desempleo se encuentra al mayor nivel en los últimos 25 años y el consumo ha bajado de forma notable, lo que se traslada también a la demanda energética.
En China, el segundo consumidor mundial, la importación de crudo ha descendido y en Japón, el tercer mayor consumidor del planeta, la producción industrial cayó en noviembre un 8,1 por ciento, el mayor descenso en 40 años.
Algunos analistas, sin embargo, han empezado a asegurar que el efecto del crudo excesivamente barato puede ser negativo a largo plazo y que plantará las semillas de una futura subida. «A mediano plazo, los precios bajos y las limitaciones financieras van a obstaculizar nuevas inversiones» en la industria petrolera, explicó Daniel Yergin, presidente de la prestigiosa firma de investigación Cambridge Energy Research Associates (CERA), en un reciente estudio encargado por Reino Unido y Arabia Saudí.
Esa falta de inversiones se traducirán en un alza de los precios cuando llegue un periodo de crecimiento, para el que la industria no estará preparada. «El precio del petróleo es hoy el barómetro para medir el progresivo debilitamiento de la economía mundial», agregó Yergin.
Otro aspecto es que las costosas inversiones para desarrollar energías alternativas más limpias que el petróleo pueden verse desincentivadas ante un crudo más barato.