El informe aprobado por la CNE contra el funcionamiento del mercado eléctrico no fue elaborado inicialmente por los servicios técnicos del organismo

Según ha podido tener constancia Energía Diario, el informe aprobado por el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía no fue elaborado por los servicios internos del organismo. Esto implicaría que habría sido preparado desde “fuera de los servicios técnicos”, con el fin de que, posteriormente, fuese formateado e introducido en el organismo para su aprobación por parte del Consejo, lo que perseguiría su legitimación a posteriori via aprobación en el órgano de administración del regulador y con una campaña de medios organizada para la ocasión.
De acuerdo con la información que han hecho llegar a esta publicación fuentes de los propios servicios de la Comisión, un Consejero, concretamente Jorge Fabra (nombrado a instancias del PSOE en la última remodelación del organismo), requirió al actual Director de Regulación y Competencia, José Manuel Revuelta, para que avalase los datos que se iban a contener en el informe, en una reunión que tuvo lugar en el despacho de éste último. De hecho, las fuentes mencionadas, han expresado su preocupación por el propio José Manuel Revuelta a causa de las presiones que ha recibido, además de por el efecto sobre la institución y sus profesionales de que se difunda un informe que exhibe el «sello» de la CNE, sin contar con el rigor técnico habitual de sus servicios.
Primero las tarifas, después el informe complementario sobre precios y costes
Sigamos la cronología de los hechos: el martes 13 de mayo, el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía aprobó la Propuesta de Tarifas Integrales para el tercer trimestre del año. Esta propuesta incorporaba una subida del 11,3% para equiparar la evolución de las tarifas al déficit tarifario previsto (ex ante). En ese momento, la Comisión Nacional de Energía introduce dos párrafos que hacen referencia, por un lado, a las diferencias entre los ‘los costes de generación’ y los ‘precios percibidos’ en el mercado por determinadas instalaciones, derivados de que obtienen el precio que determina el mercado. (Una crítica constante que tanto Jorge Fabra, consejero de la Comisión, como Natalia Fabra, hija de éste, colaboradora habitual del organismo y docente en la Universidad Carlos III, vienen formulando con asiduidad en sus estudios, artículos y publicaciones).
De hecho, los mismos anexos que se recogen en este informe complementario son los que se incorporan en el capítulo titulado “Diversidad de tecnologías, costes y precios en el mercado de electricidad.” elaborado por Jorge Fabra y Gregorio Mednik que será publicado próximamente en un libro al parecer editado por la propia CNE. Así mismo estas tesis también fueron difundidos en la conferencia que Natalia Fabra y María Angeles de Frutos pronunciaron en la CNE el 25 de octubre de 2006.
En ese momento, el Consejo de Administración, a instancias del propio Fabra, sobre la base de documentos propios que el mismo presenta durante el Consejo, se emplaza nuevamente para preparar de cara a su siguiente reunión, el Informe complementario a la subida de tarifas que pretendía analizar los precios y costes del mercado de generación y reforzar las conclusiones relativas a la existencia de beneficios extraordinarios para las instalaciones hidráulicas y nucleares, lo que resulta una fijación de sus autores e inspiradores intelectuales. Ese informe sería presentado a la aprobación del Consejo una semana más tarde, también con muy poco tiempo para el análisis por los consejeros.
La Dirección de Regulación y Competencia, en el centro de gravedad
Se da el caso de que la Dirección de Regulación y Competencia está dirigida por José Manuel Revuelta, hombre muy cercano a Ignasi Nieto, anterior Secretario General de Energía. Del mismo modo, Jorge Fabra, tendría contacto directo con el actual Secretario General de Energía, Pedro Marín, con quien habría entablado relación directa durante el proceso de OPAs a Endesa, además de por su perfil académico y, según consta, Fabra, habría visitado el Ministerio de Industria durante este mes de mayo.
La Dirección Eléctrica del organismo, totalmente al margen de estos informes
De hecho, la dirección experta en el funcionamiento del mercado eléctrico, que conoce los criterios y obligaciones contables y financieras de las empresas, la Dirección Eléctrica, vio como algunas de las aportaciones que había realizado al primer informe no se recogían. En segundo lugar, parece que la Dirección Eléctrica no fue consultada ni tuvo conocimiento del Informe complementario sobre Precios y Costes del mercado eléctrico, lo que es considerado como ‘muy anómalo’ desde las fuentes informantes del organismo. Del mismo modo, el teórico ponente de la propuesta de tarifas, Sebastiá Ruscalleda, tampoco tuvo ocasión de dirigir la elaboración de la misma por los servicios técnicos. Se encontró la propuesta cuarenta y ocho horas antes de su debate, tal y como recoge otro consejero, Luis Albentosa (también nombrado en la última remodelación del organismo), en un voto particular.
Sólo así se puede entender que los datos que se contienen en el mismo respondan a supuestos de estudio y no a datos contables ciertos de las empresas. Por ejemplo, la información sobre los costes de amortización de las instalaciones hidráulicas o nucleares difieren notablemente de la realidad recogida en los estados contables y en las cuentas que presentan las empresas eléctricas al Registro Mercantil.
Estrategia para dar coartada a la intervención
La estrategia parece que estaba clara. La Comisión Nacional de Energía aprobaría un informe, fuertemente valorativo e intencional, procedente de los ‘estudiosos’ del sector, que se hacía pasar como informe del organismo, de forma que se podía legitimar la intervención en el mercado mediante medidas contra las empresas y determinadas tecnologías, para retornar el déficit tarifario derivado de decisiones pasadas de no elevación de tarifas.
La cercanía desde el mundo académico y el ‘contrapoder interno’ creado en torno a la Dirección de Regulación y las relaciones cruzadas existentes con el anterior y el actual Secretario General de Energía (aunque por motivos y con personas claves diferentes) harían el resto. La piedra de toque del plan era enviar esta ‘información’ convenientemente orientada a los medios de comunicación para provocar su escándalo. La trampa estaba puesta, sólo era cuestión de tiempo.