El petróleo vuelve al alza y el G-7 pide a los productores que aumenten la oferta

El precio del petróleo ha vuelto a subir y terminó la semana por encima de los 91 dólares el barril en los mercados de futuros de Londres y Nueva York, poco antes de que el G7 pidiera en Tokio un aumento de la oferta de crudo.
Los analistas atribuyen el nuevo avance de los valores del «oro negro» a diversas noticias que han reavivado el temor a que los suministros sean demasiado ajustados frente a la demanda. Esa preocupación se impuso esta semana, unida a la percepción de que una probable recesión en Estados Unidos pueda frenar el consumo petrolero, lo que haría bajar los precios.
El contrato para entrega en marzo del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), el de referencia para Estados Unidos, subió un 4,15 por ciento y concluyó la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) a 91,77 dólares por barril. Si bien este valor sigue alejado de su récord de 100,09 dólares del pasado 3 de enero, es un 3,16 por ciento superior al del cierre del viernes anterior (88,96 dólares).
De forma similar, el barril del crudo Brent, referente en Europa, subió ayer 3,43 dólares en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, hasta los 91,94 dólares, un 2,5 por ciento más que el valor de la semana precedente, cuando terminó a 89,44 dólares.
Poco después de cerrar estos mercados, el G7 (países más ricos del mundo) concluyó una cumbre en Tokio con el llamamiento a las naciones exportadoras de crudo a incrementar sus suministros. «Animamos a los países de la OPEP y a otros productores de petróleo a que aumenten su producción y reiteramos la necesidad de aumentar la capacidad de las refinerías y mejorar la eficiencia energética», señala el comunicado final de la cumbre.
Las recientes subidas del precio del «oro negro» esta semana estuvieron impulsadas por rumores de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anda lejos de inclinarse por aumentar su producción. Por el contrario, hay algunos miembros, entre ellos Venezuela e Irán, que han advertido de que pueden proponer un recorte del bombeo en la reunión del grupo convocada para el 5 de marzo en Viena.
Por el momento, en la conferencia extraordinaria que celebró el pasado día 1, la OPEP decidió mantener sin cambios el nivel de su producción conjunta, fijado en 29,67 millones de barriles diarios y que abarca a doce de sus trece países miembros (todos menos Irak).
La tendencia alcista del «oro negro» se vio además impulsada por cortes de la producción petrolera en el Mar del Norte y en Nigeria, así como los crecientes indicios de que el bombeo ruso de crudo aumentará menos de lo esperado.
El consorcio Royal Dutch Shell informó de que tuvo que reducir su producción petrolera en Nigeria en unos 130.000 barriles diarios.
Las razones de «fuerza mayor» declarada en las exportaciones de crudo de Nigeria por problemas derivados principalmente de los actos de violencia en ese país, el mayor exportador de crudo de África, podrían durar hasta finales de marzo.
«Como resultado, la pérdida de producción petrolera en Nigeria podría totalizar un millón de barriles diarios en las próximas semanas», advirtió la asesora especializada JBC Energy (sucesora de PVM de Viena) en un análisis del mercado energético.
En el Mar del Norte, un corte de producción por razones técnicas fue anunciado por la empresa Total, sin que precisara cuando se reanudarán las operaciones en los campos Elgin/Franklin, que normalmente bombean cerca de 280.000 barriles diarios (bd).
A estas novedades que afectan el suministro en pleno invierno boreal se añadió la perspectiva de que la producción del campo ruso Sajalin-1 podría caer por debajo de 160.000 bd, considerablemente menos del bombeo de 200.000 bd esperado en un principio. Este hecho «es indicativo para el sector petrolero ruso», según JBC, cuyos expertos consideran que «el potencial del crecimiento del bombeo» de ese país «está limitado por un régimen tributario desfavorable, el deterioro de la calidad de los campos (petrolíferos) y por insuficiente infraestructura de oleoductos».
Por si fuera poco, el nerviosismo del mercado recibió más alimento aún con la amenaza del gigante gasístico Gazprom de cortar el suministro a Ucrania a partir del lunes y la noticia de que Exxon Mobil, la mayor petrolera del mundo, logró una orden judicial la congelación de activos de la estatal venezolana PDVSA.