La incertidumbre económica desinfla los simbólicos 100 dólares por barril

El precio del petróleo rebasó esta semana la simbólica cifra de los 100 dólares por barril, pero el temor a la desaceleración económica en EEUU y la caída de la demanda acabaron poniendo freno a los precios.
El empleo en EEUU ofreció claras señales de estancamiento con sólo 18.000 nuevos puestos de trabajo en diciembre y con las cifras de paro alcanzando el 5 por ciento, el peor dato en los dos últimos años.
Ambos elementos vuelven a subrayar los efectos de la crisis crediticia en EEUU y su efecto en el mercado del empleo suponen la mayor desaceleración mensual desde 2003, lo que contrasta de forma notable con el pasado mes de noviembre, cuando se crearon 115.000 empleos.
El temor a una creciente ralentización económica, las dudas sobre el impacto de un consumo menor en la demanda del crudo y la incertidumbre sobre el alcance de la crisis llevaron a una recogida de beneficios que frenó la subida de los precios.
El petróleo de Texas, de referencia en Estados Unidos, cerró el viernes en 97,91 dólares por barril, tras caer 1,27 dólares arrastrado por el pesimismo sobre la economía.
El crudo Brent, de referencia en Europa, cerró también a la baja en el mercado de futuros de Londres, donde el barril para entrega en febrero acabó en los 96,79 dólares, 81 centavos menos que al cierre de la jornada anterior.
Por el contrario, el precio del crudo de la OPEP alcanzó un nuevo máximo histórico el jueves y se situó en 93,94 dólares por barril, según informó el viernes la organización.
El debilitamiento del dólar ha vuelto a contribuir al aumento de los precios y los malos datos económicos de EEUU hacen que los analistas empiecen a hablar de un posible recorte de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal en la próxima reunión del 30 de enero. Esta decisión volvería a debilitar el dólar frente a otras divisas internacionales.
Como suele ocurrir con los precios en zona de máximos, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se encuentra ahora con la presión de los países consumidores para que decida abrir más sus grifos en su próxima reunión del primero de febrero en Viena.
Los trece países de la organización que controla dos tercios de las exportaciones mundiales de crudo desoyeron en su reunión del pasado diciembre en Abú Dabi los llamamientos de EEUU y de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) para aumentar su producción. El último aumento de la oferta de la OPEP fue de medio millón de barriles diarios en septiembre, después de que Arabia Saudí lograse imponerse a las pretensiones de Irán y Venezuela de mantener los suministros sin cambios.
La OPEP ha venido aduciendo que los elevados precios no se deben a que exista escasez en el mercado, sino al papel de los especuladores y a otros factores económicos que están fuera de su alcance, como el continuado debilitamiento del dólar, la divisa utilizada en las operaciones con materias primas.
La AIE también aseguró esta semana que los altos precios se debían a una confluencia de factores como las bajas temperaturas en el hemisferio norte, la caída de las reservas en EEUU y la entrada masiva de liquidez en el mercado de las materias primas. La agencia, que representa los intereses de las naciones ricas consumidoras de hidrocarburos, dijo que la marca de los 100 dólares por barril es un acicate para mejorar la eficiencia energética y la inversión en alternativas al «oro negro».
Por otro lado, a las incertidumbres económicas se añade la persistencia de tensiones geopolíticas con un potencial impacto en el abastecimiento petrolífero, como es la tensa situación en Nigeria, el mayor productor africano.
También el asesinato de la líder opositora pakistaní Benazir Bhutto ha elevado las preocupaciones porque la desestabilización de Pakistán, una potencia nuclear, tendría consecuencias regionales que afectarían de forma muy negativa al mercado del petróleo.

El presidente de la OPEP descarta un aumento de la producción a corto plazo

El ministro argelino de Energía y presidente en ejercicio de la OPEP, Chakib Khelil, consideró que el mercado de crudo está bien abastecido y para él no es necesario un aumento de la producción.
A preguntas de periodistas, el ministro preciso que solo en la próxima reunión de la OPEP se podría decidir sobre un eventual aumento de la oferta. Únicamente se aumentará la oferta si así lo decide la conferencia extraordinaria de la OPEP que se celebrará en febrero en Viena, precisó el ministro.
Sobre esa reunión indico que los miembros de la organización estudiarán «con atención» las previsiones de crecimiento de las economías mundiales, especialmente la estadounidense, «seriamente afectada por la crisis de los créditos hipotecarios».
Sobre la subida del precio del crudo, afirmó que la tendencia actual persistirá si los países fuera de la OPEP no cumplen sus objetivos de producción. «La escalada probablemente perdurara hasta fines del primer trimestre de 2008, para luego estabilizarse durante el segundo trimestre», opinó.
Khelil explicó que la subida actual de los precios del «oro negro» se debe esencialmente a «las tensiones políticas en Pakistán, la escalada de violencia en Nigeria y a la reducción de las reservas en Estados Unidos«.