El crudo vuelve a los umbrales de su récord histórico pese a experimentar ligeras bajadas

El precio del petróleo alcanzó la última semana del año los umbrales de su récord histórico, acercándose a la barrera psicológica de los 100 dólares en los mercados de futuros de Nueva York y Londres, pese a las ligeras bajas a última hora del viernes. El encarecimiento anual se sitúa así en torno al 60 por ciento, pues hacia el final del año pasado el barril de crudo se vendía en torno a los 60 dólares.
El temor a que la oferta de crudo sea demasiado ajustada en el futuro se agudizó esta semana al conocerse que las reservas almacenadas de esa materia prima en Estados Unidos descendieron más de lo esperado.
El conflicto armado en la frontera turco-iraquí, una explosión en un oleoducto de Nigeria y el asesinato de la líder opositora paquistaní Benazir Bhutto se conjugaron para formar cóctel de incertidumbres geopolíticas, que atizaron aún más las preocupaciones de los mercados.
El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, terminó la sesión de la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) a 96 dólares por barril, lo que constituye un moderado descenso, ya que los contratos para entrega en febrero retrocedieron 62 centavos respecto a la sesión anterior, pero habían tocado un precio de 97,92 dólares.
El barril de WTI batió su último récord el pasado 21 de noviembre, cuando llegó a venderse a 99,29 dólares, si bien el récord al cierre de una sesión está en los 98,18 dólares, a los que acabó dos días más tarde.
La cotización del crudo Brent, el referente para Europa, cerró también a la baja en el mercado de futuros de Londres, donde el barril para entrega en febrero acabó en los 93,88 dólares, 90 centavos menos que al cierre de la jornada anterior, pero había subido desde los 92,46 dólares del viernes precedente.
Y el precio de la «canasta-OPEP«, un barril calculado en base a once calidades de crudo, subió 2,89 dólares -un 3,3 por ciento- en una semana, hasta situarse el jueves a 90,39 dólares, acortando la distancia que lo separa de su máximo histórico, de 91,91 dólares.
La sostenida subida de los precios del petróleo «está aumentando la presión sobre los gobiernos para reducir subsidios, sobre todo en los países en desarrollo de Asia«, destacó esta semana la consultora especializada PVM en un análisis del mercado energético.
Los expertos destacan que en China, cuyo crecimiento económico y hambre de energía han sido uno de los factores determinantes de la escalada del precio del crudo desde 2003, la tasa de inflación ha aumentado hasta el nivel más alto en los últimos 11 años. En consecuencia, el gobierno ha aumentado los precios de los combustibles y ofrece subsidios a las refinerías para cubrir las pérdidas, pero «persisten escaseces debido a que hay poco incentivo para que las refinerías produzcan más gasolina y diesel».
Así, en un contexto de ajustada relación entre la oferta y la demanda a nivel global, las noticias sobre conflictos que pueden afectar los suministros de crudo tienen de inmediato un fuerte impacto en los precios. La tensión se agudizó esta semana con las noticias cada vez más frecuentes de incursiones del Ejército turco en el norte de Irak para combatir supuestas posiciones del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El temor a interrupciones en el flujo de suministros de crudo desde el norte iraquí influyen en la escalada de los precios desde octubre, cuando el Parlamento de Ankara dio luz verde para operaciones transfronterizas del Ejército y con los bombardeos de las zonas del norte iraquí por los aviones de combate turcos.
Sin embargo, de momento no ha habido noticias de que los ataques hayan afectado las importantes ventas petroleras de Irak, como tampoco el brutal asesinato de Bhutto en Pakistán el pasado jueves afecta a ningún suministro de crudo, lo cual no impidió que los «petro-precios» reaccionaran claramente al alza a esta noticia.
Las reacciones son un reflejo del nerviosismo, pero también del ánimo especulador, de los operadores del mercado frente a la evolución futura de las cotizaciones ante un ambiente de incertidumbre geopolítica a nivel mundial.
Así, incluso el accidente ocurrido en la noche del martes al miércoles al explotar un conducto de combustible en las afueras de Lagos, en Nigeria -país miembros de la OPEP y primer productor africano de petróleo- tuvo también su impacto en los precios. A pesar de que el siniestro, en el que murieron al menos 42 personas, fue un accidente y no un atentado, recordó al mundo la precaria situación en la que se encuentra la industria petrolera en el Delta del Níger debido a los frecuentes ataques de grupos guerrilleros de la región.