El precio del crudo continúa con su trepidante escalada hacia los 100 dólares

Los precios del petróleo en los principales mercados internacionales volvieron a batir récords históricos en una trepidante escalada que ha hecho disparar las alarmas sobre la posibilidad de que se llegue a los cien dólares por barril.
En Nueva York, el barril de petróleo de Texas, utilizado de referencia en Estados Unidos, acabó en el precio histórico de 96,7 dólares, tras subir en un sólo día 2,72 dólares (un 2,89 por ciento) respecto al cierre anterior. Así la sexta sesión de las últimas nueve en que los contratos de más temprano vencimiento del crudo de Texas acaba en un máximo histórico. Además, durante la jornada, el crudo estadounidense llegó a cambiarse a 97,1 dólares por barril, otra cifra jamás vista en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX).
La escalada de estos días ha conseguido que en lo que va de año el crudo de Texas se haya encarecido en más de un 58,4 por ciento y que sólo haya que mirar dos años y medio atrás para encontrar un barril a la mitad del precio que el actual.
En Londres el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cerró a 93,26 dólares (2,77 más que al cierre del lunes), aunque durante la sesión llegó a cambiarse por 93,56 dólares en el Intercontinental Exchange Futures (ICE), también un precio nunca visto para el petróleo del Mar del Norte.
Los analistas creen que la fiebre alcista del ‘oro negro’, que abrió la semana concediendo una ligera tregua (con un descenso de casi dos dólares), se reavivó ante el temor a una nueva reducción en sus reservas de crudo por tercera semana consecutiva. Algunos expertos cifran en más de 1,6 millones de barriles la reducción de las reservas que podría anunciar mañana el Departamento de Energía estadounidense, que cada miércoles da cuenta de la evolución de los inventarios de crudo y carburantes.
En cambio, creen que el inventario de gasolina podría ser 200.000 barriles superior al de hace un año, mientras que los de destilados habrían caído en 800.000 barriles.
Esos descensos se deberían tanto a los retrasos producidos la semana pasada por las fuertes tormentas en el Golfo de México como por el alza de precios de las refinerías, que se alistan para la temporada de invierno. En Londres el Brent también se vio afectado por el anuncio de ConocoPhillips y la petrolera BP del cierre de varias plataformas petrolíferas del Mar del Norte, debido a una tormenta prevista para esta semana.
En el Mar del Norte se produjeron durante el año pasado 4,4 millones de barriles diarios, más que Irán, el cuarto exportador del mundo y el segundo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). A esos posibles problemas de reservas se suma la tensión generada por los problemas geopolíticos que pueden minar el abastecimiento de crudo, como la amenaza de Turquía de emprender una operación militar contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el norte de Irak.
Otro factor catalizador del ascenso del crudo es la debilidad del dólar, cuyo cambio con el euro alcanzó un nuevo mínimo histórico, lo que abarata la compra de las materias primas que se negocian en moneda estadounidense, entre ellas el petróleo. Ocurre lo mismo con el oro, que, como el petróleo, se encuentra estos días en máximos históricos, negociándose por más de 800 dólares la onza para los contratos de futuros con vencimiento en diciembre, un precio que no se alcanzaba desde 1980.
Los contratos de futuro del oro alcanzaron un precio de 823,4 dólares por onza, tras subir en una sola sesión más de un quince por ciento, lo que también supone un máximo histórico. Ante los avances de los últimos días, los inversores de ambos lados del Atlántico especulan con la idea de que a corto plazo se rompa la temida barrera de los cien dólares por barril, al menos en el caso del utilizado de referencia en EE.UU.
Aunque no coinciden en el plazo en que podría superarse esa barrera -una posibilidad que hace unos meses era impensable-, sí lo hacen en destacar los enormes beneficios que reportaría a las grandes petroleras, que han visto cómo el precio del crudo se ha cuadruplicado en los últimos cuatro años.