Red Eléctrica por la función 14

Estos días pasados tuvimos noticia del interés de Red Eléctrica de España por adquirir más activos de transporte en Brasil. Hasta el momento Red Eléctrica de España, ha mantenido lo que denomina su desarrollo internacional, centrado en América Latina, Europa del Este y países del arco mediterráneo, invirtiendo en la adquisición de activos de transporte en estos ámbitos geográficos. Ese es el caso de Bolivia, Perú y ahora sería el caso de Brasil. Red Eléctrica, en la actualidad está inmersa en un caudal de noticias, fruto de su responsabilidad en el apagón de Barcelona, la ‘intentona’ de recuperar el proceso de integración de REE y Enagás, el crecimiento de sus resultados en un 19,5 %, las operaciones internacionales o el enfrentamiento frontal y abierto que mantiene con todo el sector.
En primer lugar, es preciso considerar la naturaleza de Red Eléctrica como empresa y sus peculiaridades. Es una empresa que fue pública, si bien ahora está privatizada, aunque la SEPI todavía tiene un 20 % de la titularidad de REE (esto permite que las condiciones salariales y blindajes de sus cúpula directiva sean de empresa privada, y que el nombramiento de presidente sea un acto diseñado desde los poderes públicos y que muchos de ellos tengan carné o participen en la elaboración del programa del gobierno). Por otra parte, Red Eléctrica de España en la actualidad es el operador de transporte y operador de sistema eléctrico español (dos actividades no separadas actualmente), una unión que razonablemente debe desligarse. En ese sentido, además actúa como transportista monopolista y único, en la medida de que, además, la configuración de las redes que ha introducido la reforma de la Ley del Sector Eléctrico, ha consagrado esta figura ‘de facto’. Tiene por tanto, un papel en la ordenación del sector eléctrico muy importante, que además se ve acrecentado por las nuevas atribuciones que entrega el Ministerio de Industria a la empresa que dirige el ex Ministro Luis Atienza en las nuevas regulaciones de la garantía de potencia (pagos de capacidad), definición de los criterios de acceso a la red, etc… De hecho, se reconoce la capacidad de influencia de esta compañía en la regulación energética que está realizando la Secretaria General de Energía, desde que el ramo está dirigido por Clos e Ignasi Nieto.
Función 14 ampliada
El gobierno, por su parte, modificó con motivo del anuncio de la OPA de E.ON sobre Endesa, el contenido de la denominada función 14 de forma preventiva para que la CNE fuese un elemento adicional de revisión a las operaciones mercantiles sobre empresas españolas por parte de compañías foráneas. Se extendió el alcance de esta función para que más operaciones estuviesen supeditadas a esta revisión. La función 14 es un mecanismo de revisión por parte de la Comisión Nacional de Energía, que consiste en la emisión de un informe (vinculante) por parte de este órgano regulador, que valora si una operación concreta determinada afecta a la seguridad de suministro de nuestro país. Esta función se aplica a cuando una empresa adquiere otra, se modifica la propiedad o la participación de las empresas, o en situaciones análogas. Es previa a los dictámenes consultivos que este organismo emite en materia de competencia y que remite a la Comisión Nacional de Competencia.
La función 14 habilita al regulador energético, la CNE, a autorizar o denegar operaciones si éstas afectan o perjudican a las actividades reguladas –es decir, el transporte y distribución de gas y electricidad- y alterar, en su caso, el funcionamiento del sector eléctrico. Esta función da a la CNE dos opciones: prohibir la operación (otorga a la CNE poder para vetarla) o bien ponerle condiciones. La puesta en marcha de la función 14, ante cualquier operación societaria, es un trámite obligatorio y previo.
Déficit de inversiones
De forma añadida, existe un consenso por parte de los expertos de que existe un déficit de inversión en infraestructuras de transporte eléctrico en España. Señalan que no han crecido estas inversiones al compás de cómo ha aumentado la demanda eléctrica por parte de los usuarios y la inversión en generación eléctrica por parte de las empresas eléctricas de acuerdo con los mecanismos de mercado. De hecho, desde la situación de las redes de transporte en Catalunya, a la existente en varias zonas del país dónde la red es insuficiente para evacuar la energía generada, a la que no llega la red de transporte o no se ha modernizado suficientemente. ¿Se imaginan ustedes que el ADIF, responsable de las infraestructuras ferroviarias, con el follón existente hoy en Catalunya, se fuese a invertir fuera de España?
Por eso, es razonable y necesario, que las operaciones de adquisición de activos o compañías en otros países que se realice por parte de Red Eléctrica de España (y si lo hiciera Enagás, también, lógicamente), transportista monopolista único, gracias al crecimiento de sus ingresos de las actividades reguladas en España, en una situación de insuficiencia de inversiones y de redes a nivel interno, pasen por el ‘fidelato’ de los órganos reguladores españoles, con una “función 14” específica o mecanismo análogo para cuando realizan estas operaciones. Que garanticen el cumplimiento de la planificación energética y que ésta recoja las necesidades de crecimiento de redes que se acompasan a las necesidades de la generación y del consumo dentro del país. Por salvaguardar la seguridad de suministro y el interés nacional. De verdad.