Sobre la filtración del informe del apagón y las rectificaciones necesarias

Esa unanimidad explicaba que la CNE reparte culpas por igual, y la desviación sobre la realidad es que el proceso de cuantificación del impacto probablemente desplace la balanza de las responsabilidades hacia Red Eléctrica de España como principal responsable, como finalmente se conoció ayer.
En un primer momento, Energía Diario publicó que la difusión del mismo había sido efectuada por el responsable del departamento de Comunicación de la CNE en el marco de la celebración de los Premios Anuales de la Energía. El responsable de prensa de la CNE se dirigió a con nuestra redacción para constatar que no estuvo presente en la entrega de los premios anuales de energía, por lo que no pudo difundir entre los medios el contenido del informe preliminar y conclusiones sobre el apagón. Energía Diario, además de publicar esta rectificación, lamenta la inexactitud de los datos obtenidos por fuentes de este medio y ratifica lo publicado acerca de una filtración previa a los medios y su valoración sobre el proceso de deliberaciones del consejo. En este sentido, esta publicación expresa el mayor de sus respetos tanto a sus lectores como al jefe de prensa de la CNE, Pere Lladó.
No obstante, la unanimidad de la información publicada en otros medios y su evidente correlación con el informe que iba a tratar el Consejo en su reunión del miércoles, no con el resultado final del Consejo, confirma la existencia de una filtración previa de fuentes aún desconocidas, lo que resulta en extremo perjudicial para el papel del Consejo de Administración y sus Consejeros. ¿Qué podemos decir de lo sucedido en el Consejo tras producirse esa filtración y que desbarató el enfoque difundido en un primer momento? Tras una instrucción muy rigurosa realizada por el ponente y por los expertos que han participado en la investigación, no es razonable que se produzca una forma de condicionamiento a la opinión pública o al Consejo por esta via.
Del mismo modo, apelábamos a la responsabilidad de los consejeros para ser rigurosos en su juicio y estar a la altura de las circunstancias que la ciudadanía catalana exige: un análisis fiel, riguroso, conclusiones claras y contundentes, sanciones ejemplarizantes, medidas regulatorias consecuentes, una instancia firme y directa a las empresas en virtud de sus responsabilidades a realizar su papel y ejecutar las inversiones para transformar la red que necesita Cataluña, sin cicaterismos y sin ‘lealtades’ políticas mal entendidas por parte de las empresas y las Administaciones. En pleno ejercicio de su responsabilidad política que supone tener un suministro de calidad como necesidad de la sociedad y la economía, no como ejercicio de ventajismo político o como alineamiento en contra o a favor de la empresa de transporte monopolística ‘del ex ministro’ o de la empresa de Manuel Pizarro (que pronto será de Enel y Acciona, si apelamos al lenguaje posesivo).
Parece que los resultados, a este fin, han sido positivos y razonables a la luz de la resolución de la investigación conocida ayer. Bienvenido sea.