Simpatía por el riesgo

Recientemente visitaron España, sus majestades del rock, los Rolling Stones. Uno de sus canciones, Simpatía por el diablo (Sympathy for the devil), trata de esas relaciones con el riesgo que forman parte de la leyenda oscura de estos grupos. En este sentido, y continuando con el análisis de la operación de adquisición de Endesa por parte de Enel y Acciona, el informe que elabora la Comisión Nacional de Energía, identifica aquellos riesgos que pueden influir en la garantía y calidad de suministro y señala una cierta preferencia por los riesgos (los sujetos se clasifican por su comportamiento ante el riesgo entre preferencia al riesgo o aversión al riesgo). Es preciso tener en cuenta que el objetivo final del análisis para la autorización por parte de la CNE de la función 14, es precisamente éste, identificar riesgos para las actividades energéticas reguladas.
En primer lugar, y en referencia a Acciona, el informe recoge que a consecuencia de las inversiones en el ejercicio (entre ella la adquisición de un 20,3% de Endesa por 7.303 millones de euros), los ratios de solvencia y servicio de la deuda han empeorado sustancialmente con respecto al ejercicio anterior. También destaca que los ratios de apalancamiento y solvencia de Acciona eran ligeramente peores que las que la media de su sector. No obstante destaca que gracias a los resultados extraordinarios, obtiene una rentabilidad financiera superior a la media. Esta solvencia, sin contar la necesidad de adquirir un 3,974 % de Endesa, por parte de Acciona, puede suponer un empeoramiento adicional de los ratios de solvencia de la compañía.
Del mismo modo, para Enel la operación también entrañará un empeoramiento significativo de los ratios de solvencia y de la deuda, como consecuencia del desembolso a realizar. En este sentido, el informe señala que las empresas opantes podría tener un incentivo para mitigar su endeudamiento a utilizar su influencia en las políticas financieras de Endesa para apoyar una política sostenida de dividendos (lo que si se cumplen las previsiones afectarán positivamente a la política de rentabilidad). De hecho tanto Enel como Acciona, reflejan en sus proyecciones una importante fuente de flujos para las dos compañías.
La importancia de estas políticas de dividendos podrían afectar vía reducción de las inversiones en actividades reguladas. En todo caso, las sociedades se comprometen a que durante la vigencia del Acuerdo a apoyar a que Endesa reparta todos los años en forma de dividendos las cantidades previstas en el Plan de Negocio de Endesa.
Riesgo de criterios ‘no estrictamente empresariales’
Por otra parte, la Comisión Nacional de Energía, también advierte y valora como mayor riesgo para las actividades reguladas y estratégicas de Endesa “en la posibilidad de que la política de inversión de Endesa, se vea afectada por criterios no estrictamente empresarialesy/o ajenos a los objetivos de seguridad de suministro en el mercado español. Esta posibilidad surge a raíz de los propios compromisos de Enel en el mercado italiano y en la Europa del Este, y principalmente de la influencia directa o indirecta del Estado italiano en la gestión del grupo Enel”.
Además, la CNE indica que este riesgo podría reducirse debido al control conjunto (Enel y Acciona) sobre Endesa, aunque advierte que se podría potenciar por la “reducción de interés” de Acciona en la gestión activa de Endesa una vez que se produzca la separación de los activos de generación renovable y los gestione de forma exclusiva o porque entren en vigor alguno de los mecanismos de resolución de conflictos que el organismo destaca que ‘en gran medida se dirigen a proteger los intereses de las partes y a garantizar una salida aceptable del Acuerdo, más que a superar situaciones complejas relacionadas con la gestión conjunta de Endesa’
Del mismo modo, la Comisión identifica también que la operación puede provocar un incremento de los tiempos de interrupción en los servicios energéticos eléctricos o gasísticos, derivados de la actividad de aprovisionamiento de gas de Enel y la posible sujeción de la misma a los objetivos de seguridad de suministro del Estado taliano. Por otra parte, la CNE reconoce una mayor capacidad negociadora y flexibilidad en el mercado del gas del volumen resultante entre Enel y Endesa, aunque vuelve a advertir de su posible utilización sesgada para satisfacer objetivos públicos italianos.
La Comisión en referencia a los sistemas extrapeninsulares, centrales nucleares, activos de transporte de gas y de electricidad y centrales térmicas de carbón, confía en la regulación nacional para evitar los riesgos sobre estos activos. En conjunto, el organismo regulador, pone como condiciones generales para salvar estos riesgos: el mantenimiento de Endesa como empresa autónoma, el cumplimiento de su plan de inversiones, la realización de un informe semestral sobre las operaciones y políticas financieras, varios mecanismos para conocer periódicamente la estrategia de Endesa y Enel, que incluyen informes y mecanismos de seguimiento ex post, la asunción de toda la normativa en el ámbito nuclear y la identificación orgánica de esta actividad. Del mismo modo, le requiere a identificar los centros de gestión y operación de combustibles de Endesa, garantizando el aprovisionamiento de gas natural en el mercado español en las cantidades previstas por Endesa hasta 2011.
Mañana trataremos en profundidad la relación entre Enel y el Gobierno italiano (una sombra muy muy alargada), probablemente el origen de la mayor parte de las cautelas de la CNE en su informe.