Giro informativo por completar: la atención comienza a centrarse en Iberdrola

Cuando la atención informativa parece que va a empiezar a virar hacia Iberdrola, la opa de Endesa se vuelve a reavivar. A la eléctrica vasca sigue robándole el protagonismo Endesa. Sin embargo, la posibilidad de que en el medio plazo se pueda configurar el próximo campeón nacional en torno a su figura hace que las miradas se fijen ineludiblemente en la eléctrica más «verde».
Mientras el culebrón de Endesa nos mantiene aún atentos a la pantalla -con capítulos muy interesantes en los últimos días- otra serie de proporciones similares aunque sin opa por medio –al menos de momento- comienza su emisión, ganando lentamente puntos en la parrilla de programación de los medios especializados.
Cambio de modelo de gestión
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, ha cambiado los cimientos de la eléctrica. Desde su llegada ha ido implantando un modelo de gestión en la eléctrica que comienza a distar del que siempre provino de su predecesor, Iñigo Oriol. De ser el segundo de la clase, Iberdrola puede llegar a convertirse en el primero y encima, sacar buena nota. Su decidida apuesta por Scottish Power (SPW) y por las renovables son algunas de las señas de identidad de esta «Iberdrola de Galán», que lejos de estar verde como el color corporativo de la compañía, se encuentra perfectamente engranado y comienza a tomar velocidades de crucero.
Blindaje frente a hostiles
Además, Sanchez Galán se está esmerando en la tarea de blindar la eléctrica a grupos accionariales no afines. Durante los últimos meses, varios han sido los empresarios que han acudido a la seductora llamada de Galán para entrar en el accionariado de Iberdrola. La mejor defensa es un buen ataque y ya se sabe que mejor prevenir que curar, por lo que viéndose venir la entrada de ACS y la de otras compañías que siempre acechan en la sombra, como Electricité de France (EdF), el equipo de Iberdrola no tardó en recuperar la operación Scottish Power, que hacía tiempo mantenía en la recámara. Su objetivo, hacer ganar tamaño a Iberdrola y así conseguir desalentar a ofertas de grupos hostiles.
Los últimos en incorporarse a este núcleo duro, con participaciones muy diseminadas, han sido Alicia Koplowitz (2,93 %) – a través de Omega Capital-, Nicolas Osuna (1,43 %) y los últimos, la semana pasada, la familia Sánchez-Ramade (1,01 %), propietaria, entre otras, de la cadena de electrodomésticos Urende.
La posición del Santander
Por otro lado está la entrada del Santander, con un 1,36 % del capital de Iberdrola. Muchos identifican esta entrada con el actual eslogan del Santander “queremos ser tu banco” que Botín le habría «susurrado» a Galán.
El adquirido Abbey National Bank por parte del Santander, ha sido tradicionalmente uno de los bancos de SPW y el Santander, que desea seguir manteniendo dicha relación -tras la compra de la escocesa por Iberdrola- ha decidido entrar en el capital de la eléctrica vasca.
Además, desde un punto de vista de negocio bancario, los retos que se le plantean a la eléctrica encajan perfectamente en el negocio de la entidad de Botín. La ampliación de capital, que se prevé para aprobar en la próxima Junta del 29 de marzo necesitará colocador y el Santander, dada su experiencia, podría ser un candidato idóneo. La ampliación prevista será la mayor de la historia de Iberdrola y de una empresa española, con 8.625 millones de euros.
Salida de BBVA, entrada del Santander
El Santander habría visto en Iberdrola una buena oportunidad de negocio ahora que BBVA sale de su accionariado. Sobre todo teniendo en cuenta que uno de los puntos del orden del día de la Junta consiste en la delegación de las facultades para emitir la emisión de bonos, obligaciones, participaciones preferentes y pagares de forma directa en el consejo de la eléctrica, por lo que todo el poder recaería en Sanchez Galán y su consejo.
Grupo de control afín a Galán
El grupo de accionistas relevantes con menos de un 2 % del capital de la eléctrica vasca se encuentra actualmente muy disperso y conforma ya un 10,73 % de la eléctrica. Otros accionistas con participaciones superiores al 20 % son BBK (9,97 %), Alicia Koplowitz (2,93 %), Cajas de Castilla y León (2,47 %) y Juan Luis Arregui (2,04 %).
Hasta ahora Galán se había sentido respaldado por las participaciones tanto de BBK como de Juan Luis Arregui, que casi igualan a la de ACS (12,44 %). Sin embargo, si ACS se acaba desprendiendo de su participación en Unión Fenosa y se plantea incrementar su posición en Iberdrola, Galán podría comenzar a sentirse incómodo.
El objetivo de Galán sería conseguir un accionariado realmente afín y de confianza que conformara más de un 25 % de Iberdrola, puesto que esa es, de momento, la participación máxima que ACS puede tomar en Iberdrola sin lanzar una opa. Todo ello, en tanto en cuanto no entre en vigor la próxima ley de opas que sustituirá a la actual y permitirá llegar al 30 %.
Liquidez inminente en el mercado
La ampliación de capital de Iberdrola, la mayor de la historia española, podría coincidir en el tiempo con la liquidez obtenida por los accionistas que vendan sus endesas a Eon –o quizás a Acciona-Enel-. Esta liquidez les podría permitir acudir a comprar acciones de la eléctrica española. Es importante recordar que muchos de los minoritarios de Endesa son accionistas de las OPV con las que el Estado se deshizo de sus participaciones en la eléctrica. Por tanto, accionistas fieles similares a los que mantienen las matildes de Telefónica. Un importante segmento que captar con vistas a la ampliación de capital. Si Galán desea ganárselos su mejor arma será la promesa de un buen dividendo anual. En la próxima Junta se aprobará previsiblemente un dividendo de 1,04 euros por acción.
La posición del Santander es difícil de analizar, puesto que visto el olfato de su presidente, podría haberse planteado la entrada con la simple idea de vender posteriormente «al mejor postor» en una hipotética batalla por el control de Iberdrola.
En algunos medios se apunta a que su entrada podría estar vinculada a ACS. Sin embargo, y conociendo la trayectoria de la entidad financiera, sin lugar a dudas y si llega el momento, venderá a quien más ofrezca y pueda satisfacer sus intereses. Si algo distingue a la entidad presidida por Botín es que lejos de partidismos políticos y servidumbre a intereses variados, la entidad santanderina se rige por criterios puramente económicos.