«Operación Ibiza»

Esta vez sí. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, parece haberse metido hasta las «cachas» para que su «final feliz» que hace meses propugnó con motivo de la cumbre hispano-alemana se torne en realidad.
Llevábamos semanas sin ver ningún movimiento relacionado con la opa de Endesa. El foco informativo se había centrado en Iberdrola y en la participación de ACS en ésta.
Nada parecía presagiar que en otra cumbre, la XIV Cumbre hispano-italiana del pasado 20 de febrero, se estaba forjando la solución española tan esperada. Ibiza, en el marco incomparable de las Islas Baleares, uno de los feudos de Endesa mas deseados por Eon, por aquello del elevado número de compatriotas alemanes que en ella residen, habría sido el lugar elegido, curiosamente, para cerrar el acuerdo de entrada de Enel en Endesa.
La reunión entre el presidente del Gobierno español y el primer ministro italiano, Romano Prodi, habría dado sus frutos. La solución española, ahora «italoespañola», habría tomado forma con Enel, que a cierre de la sesión de ayer ejecutó un mandato para comprar una participación del 10 % en Endesa a un precio de 39 euros por acción, por encima, por tanto, de la oferta de Eon, 38,75 euros, y del precio de cierre de ayer, 38,12 euros. El coste de la operación rondaría los 4.130 millones de euros.
«Calma chicha»
La situación acerca de la opa de Endesa era, en los últimas semanas, de «calma chicha» y extrañaba el posicionamiento de Acciona, que últimamente apenas había participado en los medios y permanecía en una posición pasiva ante la sucesión de acontecimientos en torno a la operación.
Ni siquiera, según comentan fuentes del sector, se había pronunciado a cuenta del polémico decreto de renovables, cuando desde que la semana pasada el Ministerio de Industria se mostrara firme en su postura acerca del cambio en la regulación, se habían sucedido las críticas de los principales implicados, Iberdrola, las patronales APPA y AEE y hasta asociaciones ecologistas como Greenpeace, WWF-Adena o Ecologistas en Acción.
Sólo ayer tras la situación creada por la entrada por «sorpresa» de Enel, el Director General de Desarrollo Corporativo de Acciona, Juan Muro-Lara, aseguró que la compañía mantiene su posición y estrategia en Endesa frente a la opa del grupo alemán Eon. Además reiteró que la intención de Acciona es participar de manera activa en la gestión estratégica de Endesa.
Revés para Bernotat
La entrada de Enel en el capital de Endesa, favorecida presumiblemente por la reunión Zapatero-Prodi en lo que se podría denominar «Operación Ibiza» supone un duro revés para la alemana Eon, presidida por Wulf Bernotat.
La situación para la empresa alemana se torna complicada y Bernotat podría quedarse sin argumentos para justificar ante sus accionistas el alto precio ofertado por Endesa, 38,75 euros, cuando se está pagando por la acción una prima de control que no existe y además, seguramente, ni siquiera vaya a poder conseguir con su opa un 50 % de aceptación.
La difícil posición de Caja Madrid
La solución al «enigma» de la OPA sigue pasando por Caja Madrid. Con la caja madrileña, Enel y Acciona sumarían un 41 %, porcentaje suficiente para desbaratar por si sola la oferta de Eon. Además, Acciona tiene autorización para tomar hasta un 24,99 %, por lo que el porcentaje podría alcanzar el 45 %.
La situación preelectoral que se vive, ante la cercanía de las elecciones municipales, y el hecho de que, ahora si, su concurso será fundamental, colocarán a la caja en una difícil posición, a pesar de que en varias ocasiones haya mostrado su disposición a deshacer su participación y materializar plusvalías.
Por otro lado, el porcentaje que mantiene la SEPI en Endesa, un 2,95 %, pone la situación más difícil si cabe a Eon, pues el porcentaje real máximo de accionistas disponibles, y dispuestos a vender sus acciones, que acudiría a su opa, podría no superar el 52 %.
Enel no tomará, en principio, más de un 10 %
La empresa italiana presidida por Fulvio Conti no tomará una participación superior al 10%, para poder salvar el obstáculo de petición de autorización a la Comisión Nacional de Energía, por la cual y en virtud al conocido como decreto anti-Eon una empresa que tome una participación superior al 10 % debe solicitar autorización del regulador.
La petición de esta autorización, rebasando el 10%, podría complicar el éxito de la solución nacional, teniendo en cuenta que la Junta de Accionistas de Endesa en la que se decidirá el levantamiento de los blindajes se producirá el próximo 20 de marzo y que el plazo máximo de aceptación de la oferta alemana finaliza el 29 de marzo.
El caso es que con la entrada de Enel en juego, el mercado no sabe muy bien como reaccionar, puesto que su entrada podría precipitar la salida de Eon, que siempre ha mantenido «abierta la puerta» a una retirada en caso de que no se levantaran los blindajes o no se llegara a un porcentaje de aceptación de su oferta superior al 50 %.
En relación a los blindajes, se da la circunstancia de que si finalmente se consigue un consenso o núcleo estable en torno a la solución española, la misma Acciona podría estar interesada en levantar los blindajes, puesto que le permitiría ejercer un papel protagonista en la gestión de Endesa, al ser el accionista mayoritario.
Los accionistas de Endesa podrían ver un desplome de la acción si Eon se planteara desistir de su opa, lo que en principio no parece muy probable a la vista de la tenacidad que hasta ahora ha exhibido la alemana. En todo caso, en la tarde de ayer la CNMV decidió suspender cautelarmente la negociación de Endesa “hasta tanto no se esclarezcan las circunstancias de la posible adquisición de un
paquete significativo de acciones de la citada sociedad por la empresa italiana Enel”.
Las intenciones de Enel
La pregunta ahora es qué saca Enel de todo esto. En 2002, Endesa vendió Viesgo, entonces propiedad de la española, a Enel. Tras esta operación, con la que Enel nunca quedó satisfecha, pues al parecer Endesa le vendió chicharrón a precio de merluza, la italiana se ha mantenido siempre atenta a la caza de oportunidades que le pudieran abrir, en mejor ocasión, las puertas del mercado español. Está claro que su entrada puede ser una de esas oportunidades. Sin embargo, el hecho de que Acciona pueda seguir siendo el máximo accionista de Endesa le va a dejar un margen de maniobra limitado, por lo que podría suceder que su entrada tenga como objetivo conseguir, a posteriori, parte de los activos de Endesa. Para una empresa que hace pocos meses se planteaba adquirir Suez, esta compra del 10% parece «poco bocado». Según informaciones manejadas ayer, Enel podría incluso plantearse tomar hasta un 25 %. A diferencia de 2002, esta vez Enel no viene a que le den «chicharro por merluza».