Carrera de obstáculos para Enel ante los reguladores

En sólo media hora, Enel consiguió hacerse con el 9,9 % de Endesa. Es la crónica de una rápida operación, casi express, de la que el mercado estaba en preaviso tras las declaraciones del ministro de Industria en esa misma mañana, referentes a la posibilidad de poder alcanzar finalmente la «solución nacional». Si el ministro conocía la operación con anterioridad, ese es otro cantar que parece podría dilucidar la CNMV. El regulador bursátil le ha pedido a Enel que le remita información acerca de los contactos “directos o indirectos, que ha mantenido Enel o sus directivos con personas o instituciones, públicas o privadas, con carácter previo a la toma de decisión”, lo que incluiría al ministro de Industria. Enel ya ha respondido, y ha reconocido, que su consejero delegado, Fulvio Conti, se reunió el 16 de febrero con el titular de Industria y con el director de la Oficina Económica del Gobierno, David Taguas.
Ayer, y dos horas después de la respuesta de Enel, Joan Clos reconoció haber mantenido dicha reunión, aunque negó que en ese encuentro se planteara la entrada de la eléctrica italiana en el capital de Endesa.
Sobre la rapidez con la que Enel consiguió alcanzar el 9,9 %, que tenía como objetivo, fuentes del mundo financiero aseguran que “quedó mucho papel dispuesto a venderse”, por lo que a ese precio, 39 euros, Enel podría haberse hecho con un porcentaje de participación aún mayor. Conseguir una participación relevante no sera, por tanto, el mayor obstáculo para Enel en este prometedor capítulo de la opa a Endesa.
De momento Enel, sin superar el 10%, con un 9,9 % del capital de Endesa, ha «burlado» el examen de la Comisión Nacional de Energía en lo referente al conocido como decreto anti-Eon. Sin embargo este quiebro es relativo. Durante el anterior Gobierno del PP, su ministro de Economía, Rodrígo Rato, impulsó una normativa que hará pasar a Enel por su primer obstáculo en la operación. Discurría 1999 y Electricité de France (EDF) «coqueteaba» insistentemente con la posibilidad de abordar el mercado español con la entrada en el capital de alguna de las eléctricas españolas, en concreto de Hidrocantábrico.
Ante aquel «acecho» insistente, Rato decidió redactar una ley, conocida por su objetivo como anti-EDF incluida en la disposición adicional vigesimo séptima de la ley 55/1999 y posteriormente modificada por la ley 62/2003 que no permite ejercer derechos de voto a las empresas de capital público que tomen participación en empresas que ejerzan su actividad en los mercados energéticos.
Según la redacción de la ley, la Comisión Nacional de Energía deberá emitir informe como consecuencia del caracter público de Enel. Sin embargo, este informe tendrá caracter preceptivo, y por tanto no vinculante, por lo que la decisión final quedará en manos del Consejo de Ministros que decidiría previo informe de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos
La ley indica que “desde que se produzca la toma de control” y “hasta que no se pronuncie el Consejo de Ministros”, “no se podrán ejercer los derechos políticos correspondientes”. Por tanto, el tiempo para conseguir la autorización, de cara a la Junta General de Accionistas de Endesa que se celebrará el próximo 20 de marzo, estarían ajustados.
Si pasa sin problemas esta prueba, y los precedentes y la coyuntura actual parecen estar de su lado, Enel podría plantearse incrementar su participación por encima del 10% y solicitar, esta vez si, autorización a la Comisión a cuenta del decreto anti-Eon. Fuentes consultadas por Energía Diario afirman que es previsible que Enel se muestre «ambiciosa» y no se conforme con un papel de secundario.
Eon va a por todas
Eon unicamente ha indicado que sigue firme en su empeño por conseguir hacerse con el control de Endesa. Ahora, todas las fuerzas de la alemana se centran en lograr demostrar que hay concertación y así obligar a Enel, CNMV mediante, a que ésta lance una opa sobre todo el capital de Endesa al igual que ella misma hizo.
Si llega el caso, Eon, que en toda su opa por Endesa ha demostrado que domina a fondo los terrenos movedizos de batalla legal –ya llevó a Acciona ante los tribunales de Nueva York por presunta concertación- recurrirá, si llega el caso, a los tribunales. Mientras, agotará las vías que le ofrece la SEC, el regulador bursátil estadounidense, o la misma Comisión Europea, en la que ya ha demostrado que tiene mano. En la alemana no piensan que sea el momento de la retirada.