María Teresa Costa cobrará dos sueldos de la Administración cuando abandone el cargo

La presidenta de la Comisión Nacional de Energía no deja de sorprender. Según ha adelantado en su artículo de la semana pasada Carlos Sánchez, en El Confidencial, María Teresa Costa se ha encargado de que, cuando termine su mandato en la CNE, siga cobrando el 80% de su salario en forma de pensión compensatoria. Conviene aclarar que esta situación no le afectará a ella de forma exclusiva: también disfrutarán de esta ventaja el vicepresidente y los consejeros que procedan de la Administración Pública y vuelvan a ella.

Ello no obsta para que la ampliación de poderes de Maite Costa, que se aprobó hace aproximadamente un par de meses, haya suscitado el mayor de los rechazos entre los propios consejeros. Tanto es así que entre los miembros del Consejo de Administración de la CNE se habló de llevar al Tribunal Supremo la decisión que cambiaba la naturaleza del consejo como un órgano colegiado. Una medida que compromete claramente la independencia del organismo, pues se reduce notablemente la capacidad de acción de los consejeros y la relación con los servicios técnicos de los organismos.

Ante la amenaza de recurso por parte de los Consejeros, Costa movió sus hilos como creyó más oportuno. Y según publica La Razón, a través del Secretario General de Energía movilizó al propio ministro de Industria, Joan Clos, tratase de apaciguar los ánimos más caldeados, con un mensaje de tranquilidad y la promesa de que esa ampliación de poderes sería modificada. Una movilización que no se artículo de la forma más efectiva, dado que tres consejeros presentaron el recurso en el Tribunal, con la garantía de retirarlo si se modificaba este decreto.

Esa promesa todavía no ha sido cumplida, y desde la Comisión Nacional de la Energía, unos más que otros esperan próximos movimientos en ese sentido. Entre ellos, los consejeros Sierra, Fernández Rozado y Fabra que previamente habían escrito al propio Ministro por este mismo motivo.

Por otra parte la aparición de esta noticia en paralelo al conflicto existente con los consejeros, ha desatado el escándalo nuevamente alrededor de la actuación de la presidenta, en la medida que los intereses de la propia Costa parecen condicionar la propia actividad de la CNE, inclusive en materia económica y retributiva de los consejeros. Una proeza si tenemos en cuenta que la ley de incompatibilidades prohibe percibir dos sueldos a cargo del Estado.