La energía nuclear en nuestro entorno

Francia, Finlandia o Reino Unido son sólo algunos de los países que han dicho abiertamente “sí” a la energía nuclear. Sus gobiernos son conscientes de la dependencia energética exterior, del incremento de la demanda eléctrica, así como de las preocupantes emisiones contaminantes al exterior. En la planificación energética de estos países, la energía nuclear es una opción clave y estratégica a largo plazo. Pero, ¿por qué cuentan con esta fuente de energía?
Las centrales nucleares permiten reducir la dependencia cada vez mayor de los combustibles fósiles, garantizan el suministro eléctrico y son, en la actualidad, la única fuente capaz de producir grandes cantidades de electricidad frenando a su vez las emisiones de CO2 a la atmósfera. Sólo en España, los ocho reactores nucleares en funcionamiento produjeron el pasado año alrededor de una quinta parte de la electricidad consumida. Un año más, la energía nuclear fue la fuente que más horas funcionó en todo el año y, no sólo dio estabilidad al sistema eléctrico, sino que consiguió dejar de emitir a la atmósfera unos 40 millones de toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones de más de la mitad del parque automovilístico español.
Fuera de la Unión Europa la situación es análoga en países como China, Estados Unidos, India, Corea del Sur o Rusia. Ante el panorama energético y medioambiental al que se enfrenta la sociedad, resulta irresponsable rechazar el uso de la energía nuclear. Y, lejos de rechazarla, impulsan su uso mediante la construcción de nuevas centrales, el aumento de potencia de las existentes y su operación a largo plazo. En el mundo hay actualmente 439 reactores nucleares que producen el 17% de la electricidad y 34 más están en construcción. Y España, con una dependencia exterior del 85%, un crecimiento de la demanda eléctrica del orden del 3% anual, y un incremento de emisiones que triplica el máximo permitido por la Unión Europea tras la ratificación del Protocolo de Kioto, no puede quedarse atrás.
Los reactores españoles en funcionamiento son seguros y fiables y su operación a largo plazo es necesaria junto con la construcción de nuevos reactores de manera que la aportación al sistema eléctrico español pase del 18% actual al 30%, cifra similar a la Unión Europea. Pero para alcanzar estos objetivos, es necesario que se abra próximamente un debate energético abierto, plural y transparente que permita diseñar un plan energético serio y responsable a largo plazo donde cada fuente cumpla su papel dentro de un mix eléctrico equilibrado.
Desde Foro Nuclear seguiremos insistiendo en la necesidad de la energía nuclear. Y en el hecho de que la industria nuclear española, competitiva y experta, está preparada para apoyar el mejor funcionamiento de los reactores en operación, para afrontar las nuevas construcciones en España, y para atender un mercado nuclear internacional en crecimiento.