La expropiación de YPF mueve el mapa energético de Argentina

PAE, participada por la británica British Petroleum (60%) y Bridas (40%), es la segunda mayor productora de petróleo del país, detrás de YPF, con cerca del 20% de la extracción de crudo de Argentina.
La compañía es además la tercera productora de gas natural del país, con cerca del 15% del total, por detrás de Total Austral, de capitales franceses, y de YPF.
Bridas, accionista minoritario en PAE, está participada por la china CNOOC y la familia argentina Bulgheroni, y mantiene una disputa con BP tras el fracaso de una operación para comprarle al grupo británico su participación en PAE.
Por su parte, Bridas compró el año pasado a la estadounidense Exxon una refinería y dos centros de distribución en Argentina y unas 720 estaciones de servicio en Argentina, Paraguay y Uruguay.
PAE tiene a su cargo la operación de Cerro Dragón, el mayor yacimiento de petróleo de Argentina, situado en la sureña provincia de Chubut, que extendió la licencia de explotación a la petrolera hasta el 2043.
El tercer gran jugador en el negocio petrolero argentino es la filial local de la brasileña Petrobras, con cerca del 7% de la producción de crudo de Argentina. Petrobras Argentina es además la cuarta mayor productora de gas natural del país, con un 9% de la producción total.
Pluspetrol, de capitales locales, le pisa los talones a Petrobras en la producción de petróleo, secundada por la china Sinopec, la estadounidense Chevron y Tecpetrol, del grupo argentino Techint.
Hay otra treintena de petroleras que operan en el país, con participaciones en el sector mucho más pequeñas, entre ellas la chilena Enap Sipetrol y la estadounidense Apache.
El conflicto por YPF detonó en un duro momento para el panorama energético de Argentina, con producción y reservas en bajada, demanda en alza y crecientes costes de importación de combustibles.
Según datos oficiales, el año pasado, la producción de petróleo en Argentina registró una caída del 6%, mientras que la de gas natural bajó un 3,36%.
Sin embargo, Argentina tiene la llave para cambiar su suerte en Vaca Muerta, un gigantesco yacimiento de hidrocarburos no convencionales descubierto por YPF y que sitúa al país como el tercer poseedor de recursos no convencionales, después de Estados Unidos y China.
El yacimiento demandará millonarias inversiones para su desarrollo y se convirtió en un imán para empresas del sector que, poco después del anuncio del Gobierno argentino de su intención de expropiar el 51% de YPF, comenzaron a tomar contacto con las autoridades argentinas.
En rigor, estas petroleras, una quincena de las mayores compañías del sector a nivel mundial, mantenían sigilosas conversaciones con YPF con vistas a acuerdos de asociación para explotar Vaca Muerta, confirmaron fuentes del sector.
Pero la expropiación de YPF parece haber blanqueado el interés de jugadores de la talla de Exxon, Chevron y Total por el negocio de Vaca Muerta, que puede salvar definitivamente a Argentina de sus problemas energéticos.