Sube la presencia extranjera en el sector energético español

La presencia extranjera en el sector energético español seguirá aumentando tras el acuerdo del Banco Santander y Unión Fenosa para vender al fondo soberano de Abu Dhabi IPIC sus participaciones en la petrolera Cepsa, que ascienden al 37,5 por ciento.
El anuncio de la operación se produce un mes después de que la constructora Acciona pactara la venta de su 25 por ciento de Endesa a la eléctrica italiana Enel, lo que concederá a la extranjera el control total de la española con el 92 por ciento del capital.
Con la venta de las participaciones en Cepsa de Santander y Unión Fenosa a IPIC, la compañía estatal árabe, que lleva presente en el accionariado de la petrolera más de dos décadas, elevará su participación al 47,04 por ciento, lo que le convertirá en el segundo accionista por detrás de la multinacional Total, de origen francés, quien posee el 48,83 por ciento.
De este modo, Repsol YPF se mantendrá como la única petrolera española, con la constructora Sacyr y La Caixa como principales accionistas, con el 20,01 y el 14,12 por ciento, respectivamente, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
No obstante, ambos accionistas han mostrado su disposición a vender sus participaciones en la petrolera, lo que ha suscitado el interés de compañías extranjeras como la rusa Lukoil y de la Corporación Petroquímica de China Sinopec, que han reconocido que han analizado la posibilidad de entrar en el accionariado de Repsol.
En cuanto a las eléctricas españolas, tres de las cinco grandes están controladas por compañías foráneas: Endesa por la italiana Enel, HC Energía (antes Hidrocantábrico) por la portuguesa EDP, y Viesgo por la alemana E.ON.
La excepción en el sector eléctrico sigue siendo Iberdrola, que aunque ha sonado de forma reiterada como objeto de deseo por parte de otras grandes grupos extranjeros como el francés EDF, se mantiene como española, con la constructora ACS como principal accionista.
No obstante, los analistas consultados advierten de que cuando un accionista que no es del sector adquiere participaciones significativas de una compañía energética, existe un «alto riesgo» de que la operación sólo tenga «fines especulativos» y se desprenda de ella cuando le resulte interesante.
Además, hay grandes grupos extranjeros interesados en entrar o crecer en el mercado español que podrían aprovechar esas desinversiones, al igual que la venta de activos que Gas Natural debe hacer para comprar Unión Fenosa.
Entre esos activos están el 5 por ciento de Enagás y 2.000 megavatios de potencia en centrales de ciclo combinado (que utilizan gas natural como combustible).