Fuerte volatilidad en el mercado de crudo
Los mercados de petróleo vivieron una semana de extrema volatilidad, empujados entre los temores a una caída de la demanda y un posible recorte de la producción de parte de la OPEP.
Tanto la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que defiende los intereses de los países consumidores, como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), redujeron el viernes sus pronósticos de demanda petrolera mundial.
La AIE lo hizo en unos 300.000 barriles diarios, respecto a sus cifras de febrero, y fijó su pronóstico para este año en unos 84,4 millones de barriles diario (mb/d), 1,2 mb/d menos que en 2008.
Los expertos de la OPEP, por su parte, fijaron la demanda mundial en unos 84,61 mb/d, en torno a un millones de barriles diarios menos que el año anterior.
A mediados de la semana, los precios vivieron espectaculares altibajos en menos de 24 horas, cuando el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para EEUU, bajó un 7,4 por ciento el miércoles, para recuperarse un 11,1 por ciento un días más tarde.
Lo mismo sucedió con el petróleo Brent, referente para Europa, que el miércoles bajó un 5,8 por ciento, para recuperarse un 8,7 por ciento al día siguiente.
Al final de la semana, los precios se tranquilizaron y bajaron el viernes menos del 2 por ciento a ambos lados del Atlántico.
Los contratos de futuros del WTI cerraron la semana con una baja del 1,65 por ciento, para una cotización final de 46,25 dólares por barril, mientras que el Brent bajó apenas un 0,19 por ciento y cerró a 44,93 dólares por barril.
El petróleo de referencia de la OPEP, calculado como promedio de 12 tipos de crudo (uno por cada país miembro del cártel), tuvo una semana más estable. Con un inicio de la semana a 44,14 dólares por barril, el crudo OPEP cotizó el jueves pasado (su último día de cotización conocido) a 42,14 dólares tras poco movimiento en las otras jornadas.
Tanto los analistas como los operadores del mercado tienen ahora sus ojos puestos en la próxima reunión ministerial de la OPEP de Viena, y en la que no se descarta una nueva reducción de suministros de crudo.
Los recortes de producción de un total de 4,2 mb/d (un 5 por ciento de la producción mundial), pactados el año pasado, no han tenido hasta ahora el efecto deseado por el cártel.
Eso se debe a la profundidad de la crisis económica mundial, que a su vez ha hecho que los países consumidores pidan a la OPEP reconsiderar un nuevo recorte del suministro.
El secretario de Energía de Estados Unidos, Steven Chu, señaló que la OPEP debe tener en cuenta el daño que pueden causar elevados precios de crudo para la economía global. «Seguiremos enviando un mensaje fuerte y claro a las naciones de la OPEP sobre la importancia de proteger la economía mundial de aumentos de precios significativos que no son buenos para ningún país», dijo Chu en una comunicado emitido en Washington.
Desde máximos históricos cercanos a los 150 dólares en julio de 2008, la cotización del crudo llegó a caer hasta los 35 dólares a finales de diciembre pasado, para luego recuperarse ligeramente.
No obstante, la OPEP se encuentra ante la dificultad de mantener un equilibrio entre lo que necesita el mundo para salir de la actual crisis y sus propios intereses.
La mayoría de los 12 países de la OPEP se encuentra bajo fuerte presión al haber calculado sus respectivos presupuestos nacionales en base a precios del crudo mucho más elevados que los actuales.
Además, bajos precios de crudo reducen el margen de maniobra para nuevas inversiones en el sector, lo que podría causar problemas de suministro y fuertes subidas de precios una vez superada la crisis.
En ese sentido, se entienden las declaraciones en Viena del ministro de Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, quien aseveró que «nadie está satisfecho» con los precios actuales, que deberían estar al menos en torno a los 70 dólares por barril.


