Industria pide a la CNE que “se moje” con las tarifas

El último incidente entre la Secretaría General de Energía y el Ministerio de Industria con la CNE parece que no le ha salido “gratis” al organismo que preside Maite Costa y es que Industria le ha pedido formalmente a la CNE que cuando formule su informe respecto a las tarifas (trimestralmente, la Comisión Nacional de Energía debe emitir su propuesta de tarifas y enviarla al Ministerio), concrete el alcance de las mismas y la propuesta que efectúa. Es decir, dado que hasta el momento el organismo parecía optar por hacer varias propuestas a modo de “horquilla de precios”, Industria le reconmina para que evite la ambigüedad y centre sus propuestas. Así se lo ha pedido en un escrito que ha dirigido la Secretaría General de Energía al organismo regulador.
Así, una práctica que había seguido el organismo desde que se había implantado este mecanismo de propuesta previa por la CNE, es que el informe de tarifas contenía alternativas, en función de la construcción de varios escenarios de evolución de precios energéticos. De forma que un informe podía contener hasta tres propuestas de tarifa, más conservadoras o más ambiciosas según la evolución de los precios de la energía. De facto, esto suponía la capacidad de no tener que tomar partido por una propuesta en concreto. Desde que entró en vigor este mecanismo de propuesta previa, los informes de propuestas de modificación de las tarifas eran elaborados por la Dirección de Regulación y Competencia.
En el fondo, la construcción de escenarios alternativos, era una forma de evitar la formulación de una posición firme, más o menos impopular para el organismo, en caso de ser quien abandere a cuerpo limpio la misma. Una cuestión, la del “coste político” de la subida de tarifas, aplazada y que el organismo lleva dentro de su propia actividad, como reconoció la propia Maite Costa en su entrevista reciente al diario ABC.
En ese contexto, en Industria parece que ha pesado notablemente el espectáculo protagonizado por la CNE en el caso de la ultima revisión de las tarifas gasistas, en las cuales el Consejo en dos ocasiones contradijo la subida que había preparado Industria (con incidente incluido, puesto que el informe con la propuesta de la CNE salió con la propuesta recibida del Ministerio ya dentro del organismo). Todo ello, con la plena conciencia de la necesidad de que los precios subieran más, dado el escenario de precios internacionales de la materia prima.
En cambio, con la última subida de precios de la electricidad, se produjo lo contrario, la subida que remitió la CNE a la Secretaría General de Energía, fue más alta de la que al final redactó Industria, tarifa social incluida por una parte y el adefesio del Informe de Costes y Precios para cuestionar el mercado eléctrico, por otra. Lo que parece claro es que Industria se ha cansado ya del continuo desasosiego existente en la CNE y que se le acaba la paciencia, por lo que ya ha decidido pasar a mayores exigiendo propuestas serias, firmes y en plazo (otro de los problemas).
A la vista está ya el proceso para determinar las tarifas del primer trimestre de 2009, un momento especialmente importante, porque se tiene que producir la liberalización completa de las tarifas eléctricas, además de abordar el tema pendiente del déficit tarifario, verdadera patata caliente. Un momento en el que la sintonía entre la CNE, el Ministerio y el sector debería ser la que resolviese el nudo gordiano existente actualmente en el sector eléctrico