El precio de los carburantes de automoción repuntó un 0,75% en el mes de septiembre, 0,49 euros más por depósito

Javier Angulo / Redacción.- El precio de la gasolina y del gasóleo mantiene por ahora su precio tras la notable caída de junio y subió un 0,75% en el mes de septiembre, lo que supone gastar 0,49 euros más por cada llenado de depósito, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Para el cálculo de estos datos se tuvo en cuenta las mayores ventas en España de gasóleo que de gasolina, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

En concreto, el precio medio del litro de gasolina en el mes de septiembre ha bajado un 0,39%, para situarse en los 1,311 euros frente a los 1,316 euros de media del mes de agosto. Por su parte, el litro de gasóleo ha registrado una pequeña subida, un 1%, hasta tocar un precio de 1,216 euros, frente a los 1,204 euros del mes de agosto. Ambos carburantes entraron a principios de año en una tendencia alcista con la que rompían una espiral a la baja que había llevado a un abaratamiento del 13% de la gasolina y de más del 12% del gasóleo desde los máximos que alcanzaron en octubre.

Brent a niveles de febrero

Con los precios medios de septiembre, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 72,12 euros, 0,28 euros menos que los 72,40 euros que costaba en el mes de agosto, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 66,9 euros, 0,67 euros más que los 66,23 euros que marcó de media el pasado agosto. Este mantenimiento en los precios de los carburantes viene acompañado de un ascenso en los precios de la cotización del petróleo.

Los carburantes son más baratos en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,416 euros y 1,457 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,333 euros en la Unión Europea y 1,333 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, cuenta con una menor presión fiscal que la media comunitaria.