Martí y Peon: existe un riesgo muy acusado de ‘desmenuzamiento’ y ‘disolución’ de Endesa

En un voto particular conjunto, el consejero Javier Peón y el vicepresidente Fernando Martí, explican los motivos por los que rechazaron la resolución de la CNE sobre la opa conjunta de Acciona y Enel sobre Endesa. En un extenso voto particular de 112 páginas, los consejeros fundamentan las causas de su reprobación a la opinión vertida en el informe finalmente aprobado.
A lo largo del documento, los autores reiteran la necesidad de haber realizado un análisis de los posibles efectos y riesgos negativos que pueden ser consecuencia de negocios jurídicos derivados del acuerdo entre Acciona y Enel. Critican que ya en la anterior resolución dictada sobre Enel no se hubieran analizado los riesgos del control conjunto cuando ya existían indicios más que suficientes –el acuerdo entre Acciona y Enel- de que este iba a producirse en el corto plazo.
Asimismo, reprochan la posibilidad de revocación de la autorización establecida en la cláusula décima del acuerda de la Comisión puesto que estiman que “es prueba definitiva de que el voto mayoritario es consciente de que el elenco de condiciones que diseña para supuestamente neutralizar los riesgos detectados, no es suficiente ni puede cubrir todas las contingencias que el diseño de la operación puede generar”
Los consejeros explican que un somero análisis jurídico de la Resolución apoyada por el voto de la mayoría del Consejo respecto al acuerdo llegado por Acciona y Enel permite llamar la atención de que es Enel quien realmente tiene la capacidad de adquirir el liderazgo en el control conjunto de Endesa, incluso mediante control exclusivo y que los mecanismos previstos para superar las situaciones de bloqueo en la toma de decisiones, entrañan un “riesgo muy acusado de desmenuzamiento y disolución de Endesa”. Del mismo modo indican que del clausulado del acuerdo entre Enel y Acciona se comprueba que “el supuesto liderazgo de Acciona es absolutamente irreal y ficticio”.
Además expresan que “si el proyecto empresarial de Endesa se somete a tal número de restricciones, prohibiciones, fiscalizaciones e intervenciones regulatorias como las previstas en la cláusula nueve, casi se está invitando a los accionistas a vender, dada la enorme dificultad de gestionar con garantías una Compañía en unas condiciones tan restrictivas”.
El voto particular concluye que los riesgos son ciertos, graves y muy numerosos y que los remedios que se proponen no son eficaces para conseguir su neutralización, por lo que “se debería haber denegado la autorización”.
Voto de Fernández
La consejera Carmen Fernández también ha emitido un voto particular en el que coincide con las apreciaciones de Martí y Peón respecto a la cláusula décima que permite revocar la autorización. Fernández expresa su inquietud por hecho de que “el elevado riesgo que el plan de inversiones previstas en una segunda fase afectará de forma negativa a la política energética española debido a la desaparición del componente europeo que actualmente tiene Endesa, cuya construcción costó tantos esfuerzos y es parte de la seguridad energética española”.
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